Hace 50 años, las paperas solían ser un rito de transición de la infancia en el que las mejillas y las mandíbulas se hinchaban. Todo eso cambió con la llegada de una vacuna a fines de la década de 1960, y esta enfermedad casi fue erradicada.
Pero ahora Estados Unidos se encuentra en medio de uno de los brotes más grandes en décadas. Arkansas ha sido el estado más afectado, pero las escuelas y universidades en muchos otros han estado enfrentando este mal.
A continuación presentamos algunos datos básicos sobre esta enfermedad y la situación actual:
¿QUÉ SON LAS PAPERAS?
Las paperas son provocadas por un virus. Es contagioso y se propaga por medio de la tos y los estornudos. Los síntomas comunes son fiebre, dolor de cabeza y una dolorosa hinchazón de las glándulas salivales que puede provocar que las mejillas se inflen. La mayoría de los casos ocurren en niños y adolescentes que la contagian en escuelas y dormitorios.
Algunas personas nunca presentan síntomas. En la mayor parte de los otros casos es una enfermedad moderada de la que la gente se recupera completamente en algunas semanas. En ocasiones puede generar complicaciones: pérdida de audición, meningitis e hinchazón de los testículos. En casos muy raros esta infección produce esterilidad.
¿QUÉ TAN COMÚN ES?
Antes de que existiera la vacuna, se reportaban aproximadamente 200.000 casos cada año. Posteriormente las cifras disminuyeron a unos 200 anuales. Pero de unos años para acá se han incrementado. En 2006 hubo casi 6.600, la mayoría de ellos estudiantes universitarios en la región centro-norte del país.
Los casos volvieron a aumentar el año pasado, al llegar a 5.300, la gran mayoría en Arkansas, Iowa y Oklahoma. Este año han continuado las cifras elevadas, la mayoría en Arkansas y Missouri, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
¿QUIÉN RECIBE LA VACUNA?
La vacuna contra las paperas forma parte de la serie de vacunas de rutina que se aplican en la infancia. Las autoridades federales de salud recomiendan que, para los 6 años, todos los niños hayan recibido dos dosis de una combinada contra las paperas, el sarampión y la rubeola.
La vacuna es altamente efectiva cuando los pequeños reciben las inyecciones oportunamente, señalan, y no ha habido ninguna cepa de paperas que haya mutado y ande por ahí como para cambiar eso. Sin embargo, la mayoría de los niños que se enfermaron recientemente no tenían todas sus vacunas en orden, de acuerdo con las autoridades de salud.
¿LA VACUNA NO FUNCIONÓ?
Ninguna vacuna es perfecta y es de esperar que algunas personas que reciban las inyecciones se enfermen de paperas de todas formas. También, algunas investigaciones indican que, 10 o más años después de la segunda dosis, la inmunidad puede disminuir lo suficiente como para permitir que haya brotes. Durante algunos de ellos, como el que afecta actualmente a la Universidad de Missouri, a los estudiantes y otras personas se les ha ofrecido una tercera dosis de refuerzo con el fin de incrementar la protección y librarse del brote.