Heymi Johana Canales fue madre a temprana edad sin respaldo del padre de sus hijos, quien murió en una cárcel, a sus 17 años tomó la decisión de enviar a sus dos hijos, Isaac y Mario Chávez, a los Estados Unidos con una tía paterna, esto provocó que al regreso a Nicaragua no surgiera ningún tipo de afecto entre hijos y madre.
Cuando Heymi quiso tomar su papel, cuando ella ya era más madura, los niños venían ya indispuestos, esos valores que las madres dan, esos principios a ellos le faltaron, pero ellos ya venían rebeldes.
Mercedes del Socorro Canales, exfuncionara del Ministerio Público y tía de Heymi, piensa que las malas referencia que daban algunos familiares a los hermanos pudieron haber influido en el rencor de Isaac hacia su madre.
El horrendo hecho ocurrido en la segunda Etapa de Nueva Vida, Ciudad Sandino, resulta ser una pesadilla para los familiares de los involucrados. Isaac, el joven de 18 años, presentaba serios problemas psicológicos, pero “Era el más cariñoso, el más comunicativo, yo nunca creí que él fuera capaz de hacer eso”, expresó entre llanto la tía de Heymi.
Isaac Chávez, de 18 años, será procesado por los delitos de parricidio y asesinato en perjuicio de su madre y padrastro, Dennis Medina.
La occisa, Heymi Johana Canales, tenía una relación de tres años con Dennis Francisco Medina, de 28 años, había una relación estable y por eso fueron a vivir como pareja en la segunda etapa de Nueva Vida, pero Dennis aparentemente no tenía el afecto de sus hijastros.
María Lourdes es prácticamente la madre que vio crecer a Dennis Medina en el Barrio El Paraisito.
Los hermanos Chávez tenían escasos dos meses de haber buscado a su madre y vivían con ella, Mario Chávez, segundo hijo de la occisa, niega estar involucrado en el crimen lo que fue señaló así recién se dio a conocer el hecho.
“No sé porqué mi hermano es así, en todas las declaraciones mencionó a mí, como que no quería irse él en todo esto sólo, y me perjudicó bastante, él siempre tenía una ira aunque él lo negaba”, declaró.
Heymi Johana Canales tenía sueños, como ser la dueña y señora de una casa, a finales de este mes iniciaría su quinto años en la carrera de licenciatura en derecho, hizo pasantías en Defensoría Pública. Sus restos descansan en San Ramón, municipio de Tipitapa, de donde era originaria y donde también están los restos de su hermano Enoc Canales, víctima también de un crimen atroz.