VANCOUVER, Canadá (AP) — El malestar que generó la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos se está haciendo palpable en Vancouver con motivo de la inauguración de una torre y hotel que llevan su nombre.
El alcalde pidió que se le cambie el nombre. Un concejal dijo que el edificio es un monumento "al exceso, a la ostentación" que no encaja con los valores canadienses. Y el empresario que lo construyó parece traumatizado por el revuelo.
El edificio de 69 pisos diseñado por uno de los principales arquitectos de Canadá ha sido elogiado por su diseño elegante y retorcido. Las unidades se están vendiendo a precios récord.
Pero las políticas de Trump, especialmente su campaña contra la inmigración, ha causado tal malestar que el alcalde no asistirá a la ceremonia inaugural de la semana que viene. Y el empresario malayo detrás del proyecto se siente incómodo por su asociación con Trump.
Joo Kim Tiah, quien al igual que el presidente estadounidense es hijo de un prominente empresario que incursionó en el mundo de los bienes raíces, dijo que se sintió "extremadamente estresado" cuando los comentarios de Trump sobre los musulmanes, los mexicanos y las mujeres, entre otras cosas, lo convirtieron en una persona muy impopular en Vancouver, una de las ciudades más diversas y progresistas del mundo. Lamentablemente para él, eso pasó después de que había firmado un contrato para usar el nombre de Trump.
"Estaba aterrorizado", declaró Joo Kim a la Associated Press. "La gente que gobierna la ciudad no estaba nada contenta conmigo. Me asusté, pero creo que comprendieron. Entienden que estoy atrapado, que no puedo renegar del contrato".
Indicó que no tiene argumentos legales para anular el contrato, cuyos detalles no han sido dados a conocer. "Tendría graves implicaciones legales", aseguró.
La torre combina un hotel y residencias privadas y será inaugurado el martes, con la presencia de los hijos de Trump Donald Jr. y Eric.
Se encuentra en una calle céntrica, en un barrio exclusivo, y es el segundo edificio más alto de Vancouver, con espectaculares vistas de las montañas y el océano. Un departamento de un dormitorio de 65 metros cuadrados (699 pies cuadrados) se vende a partir del millón de dólares. Una unidad de dos dormitorios de 107 metros cuadrados (1153 pies cuadrados) costaba un promedio de 1,7 millones de dólares y los precios seguían subiendo. La habitación más barata del hotel cuesta 228 dólares la noche en temporada baja.
Trump dejó el manejo de sus negocios en manos de sus hijos y de ejecutivos de confianza, pero hay quienes dicen que eso no elimina los posibles conflictos de interés y expertos legales aseguran que sus negocios en el exterior violan la "cláusula de emolumentos" de la constitución estadounidense, que impide a los funcionarios públicos que tienen intereses en el exterior aceptar pagos o regalos de gobiernos o empresas sin el visto bueno del Congreso.
La torre de Vancouver es la segunda propiedad que lleva el nombre de Trump que es inaugurada desde que llegó a la Casa Blanca. La primera fue un campo de golf en Dubai.
El edificio de Vancouver generó mucho más revuelo porque se encuentra en una ciudad que se enorgullece de su condición de multicultural, en la que el 48% de los residentes nacieron en el extranjero.
El alcalde Gregor Robertson, entre otros, exhortó al empresario Joo Kim a que cambie el nombre del edificio. "El nombre y la marca de Trump no tienen cabida en la silueta de Vancouver, así como sus ideas ignorantes tienen cabida en el mundo moderno", expresó en una carta.
El concejal Kerry Jan, por su parte, dijo que la torre es un "ejemplo de racismo… intolerancia, sexismo y matonismo", que queda fuera de lugar no solo por el nombre que lleva sino por un estilo que, afirmó, no encaja con el estilo mesurado de Canadá. "Representa una marca de excesos y opulencia", expresó. "Y eso no es lo nuestro".
El hotel costó 275 millones de dólares y tiene una decoración rimbombante. En los minibares hay lingotes de chocolate de color plateado y dorado con la palabra Trump inscripta.
La primera ministra de la Columbia Británica Christy Clark señaló también que el nombre no representa los valores de la ciudad, que apoya la defensa del medio ambiente y una actitud tolerante hacia el consumo de drogas.
Donald Trump Jr. restó importancia a los detractores de su padre en una entrevista con el canal CTV que dio el año pasado, en la que tildó las críticas de "ridículas" y "repugnantes". Una asistente de la Casa Blanca, Hope Hicks, derivó las preguntas sobre la torre a la Trump Organization, que maneja los negocios de la familia y la cual no respondió a pedidos de comentarios de la AP.
Joo Kim dijo sentirse entristecido por las críticas y destacó que en el hotel trabajan personas de 30 orígenes étnicos.
Indicó que durante la campaña presidencial de Estados Unidos algunos propietarios de apartamentos lo llamaron alarmados por la posibilidad de que sus unidades pierdan valor, pero que nadie ha puesto la suya a la venta.