El Real Madrid derrotó al Villarreal en el estadio de la Cerámica (2-3) en un ejercicio de reacción que le sirve para mantener el liderato una jornada más.
El conjunto local se adelantó en el marcador por medio de Trigueros, tras una bonita jugada de elaboración, e hizo lo propio Bakambu tras culminar con un éxito una jugada individual. Sin embargo, un cabezazo de Bale a centro de Carvajal y un penalti por mano de Bruno transformado por Cristiano igualó el marcador.
Zidane introdujo entonces a Morata y el canterano, a falta de siete minutos para el final, hizo el tercero de nuevo con un cabezazo, esta vez a centro de Marcelo. Los locales protestaron la señalización del penalti que originó el empate, especialment Fran Escribá, que terminó expulsado por el árbitro del partido, Gil Manzano.
Con esta victoria el conjunto de Zidane, al que todavía le resta un partido por disputar, se mantiene en lo alto de la tabla, un punto por encima del Barcelona y a tres del Sevilla.
En un Vicente Calderón repleto y expectante el Barcelona consiguió un triunfo de oro ante el Atlético Madrid por 2 a 1 gracias a un gol sobre la hora de Lionel Messi, una vez más el salvador de un equipo catalán que lejos estuvo otra vez de su mejor versión pero que con este triunfo se asegura la cima en soledad de la Liga de España al menos hasta que juegue el Real.
Los de Luis Enrique alcanzaron con este triunfo los 54 puntos.
Fuente: EL PAÍS