Un joven de 16 años fue quemado vivo por una turba de vecinos en un poblado al suroeste de Bolivia, tras ser acusado de violar a una niña de 7 años, informó el jueves un jefe policial de esa zona.
El incidente se registró el lunes pasado en la localidad de Toro Toro, de unos 11.000 habitantes, en el departamento andino de Potosí, cuando una multitud irrumpió en la comisaría policial, donde el joven eran interrogado tras ser detenido.
"Cuando se estaban haciendo las declaraciones a los testigos, (los vecinos) agredieron a todas las personas del recinto policial, sacaron al aprehendido y procedieron a quemarlo en las puertas de la unidad policial", señaló el jefe de la policía de Potosí, Marco Encinas, en declaraciones difundidas por el canal ATB de televisión.
Encinas acotó que la fiscalía, un reducido grupo de policías y el médico forense "no pudieron hacer nada, porque la turba estaba enardecida".
El joven fue acusado de violar a la niña, por lo que los vecinos ejercieron lo que ellos llaman "justicia comunitaria"tomándolo por la fuerza y actuando según ellos en nombre de la justicia.
Un informe del Ministerio de Justicia estableció que en 2013 se registraron 79 linchamientos o la muerte de presuntos delincuentes en manos de lo que denominan justicia civil y sumaria dejando claro el enojo y rabia de los habitantes a tan repudiado hecho.
La Defensoría del Pueblo estableció que en Bolivia se registran los índices más altos de linchamientos en Latinoamérica, después de Guatemala.