Tres soldados que patrullaban en un mercado en el sur de Tailandia, presa de una rebelión separatista musulmana, fueron abatidos por un comando, anunció la policía el viernes. Un vecino también resultó herido en el ataque, ocurrido el jueves por la noche en la provincia de Pattani.
"No tuvieron tiempo de responder. Murieron en el lugar", explicó Muhamad Maadwang, de la policía del distrito de Mayo, agregando que el comando estaba compuesto por siete u ocho hombres. Las fuerzas de seguridad y los cargos electos de la región suelen ser atacados por los rebeldes de esta región fronteriza con Malasia, anexionada tardíamente a Tailandia.
Los insurgentes del sur de Tailandia, de etnia malasia y religión musulmana, se consideran discriminados en un país mayoritariamente budista. Desde 2004, el conflicto ha dejado más de 6.800 muertos, civiles en su mayoría.
El jueves, dos días después de que se produjera un avance significativo en los diálogos entre el ejército tailandés y los grupos rebeldes, fue una jornada particularmente mortal. El jueves por la noche, un aldeano fue abatido en el mismo distrito cuando circulaba en moto. Por la mañana, cuatro civiles, incluyendo un niño de ocho años, murieron en un ataque.
Se trataba de un político local y de su familia, atacados por un comando cuando iban en coche hacia la escuela.
A principios de semana, el ejército tailandés y los rebeldes musulmanes acordaron crear una "zona de seguridad" en una de las cinco provincias del sur, una etapa importante pues las negociaciones llevaban estancadas varios meses.
De momento, todavía no se ha demarcado la zona para el alto el fuego.