La canciller alemana Angela Merkel exhortó a "conservar la cabeza fría" en la actual crisis diplomática entre Alemania y Turquía después de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusara a Alemania de "prácticas nazis".
"Seamos críticos cuando es necesario pero no perdamos de vista el significado de nuestra asociación, de nuestra estrecha relación. Conservemos la cabeza fría", declaró ante la prensa el portavoz de Merkel, Seffen Seibert.
"Rechazamos la asimilación de la política de la Alemania democrática a la del nacionalsocialismo. En forma general las comparaciones con el nazismo son siempre absurdas y fuera de lugar pues consisten en minimizar los crímenes de lesa humanidad del nacionalsocialismo", agregó Seibert.
El domingo, Erdogan afirmó que la decisión de Alemania de anular mítines de sus partidarios no era diferente de las "prácticas nazis".
"Sus prácticas no son diferentes de las de los nazis", declaró Erdogan en un mitin en Estambul a favor del referéndum sobre la ampliación de sus poderes.
"Creía que Alemania había renunciado hace tiempo [a estas prácticas]. Nos habíamos equivocado", añadió.
Para justificar la prohibición de los actos, la municipalidades invocaron motivos de seguridad y logísticos y el hecho de que no se les hubiera informado de la presencia de un ministro turco.
La canciller Angela Merkel había explicado que la decisión de autorizar o no estos mítines no era competencia del Estado federal sino de los municipios.
La "presencia de ministros turcos es posible en la medida en que se haga en el marco del derecho", dijo Seibert.