Los casos de fiebre amarilla en Brasil y de gripe aviar en Chile encendieron las alarmas entre turistas y residentes. Cuáles son las recomendaciones para evitar contagiarse, según la epidemióloga Lilián Testón
Fiebre amarilla en Brasil y gripe aviar en Chile. Los viajeros argentinos deberán tener en consideración dos brotes peligrosos en los países vecinos. Desde enero una epidemia con base en Minas Gerais y expansión hasta San Pablo, dejó un saldo de más de 50 muertos por fiebre amarilla, una enfermedad con 40% de mortalidad. Desde principios de año, autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) solicitaron a los turistas que eviten el contacto con aves o establecimientos dedicados a la cría, ante el creciente foco de gripe aviar.
Ante semejantes escenarios, Lilián Testón, destacada epidemióloga de la Fundación Stamboulian, pronunció una serie de consignas relativas a cada enfermedad en procura de analizar las causas y recomendar comportamientos. Las estadísticas de la fiebre amarilla son dramáticas: más de 70 infectados la catalogan como la peor epidemia en décadas. Existe una vacuna de alta efectividad para atacar el virus: una única dosis en vida que se puede dar a partir de los nueve meses. El Ministerio de Salud brasileño reaccionó rápido. Repartió más de once millones de dosis para cubrir a toda la población que está expuesta.
La profesional describió la enfermedad: "Es una infección viral transmitida por mosquitos, en la que los monos actúan como reservorio del virus, y también como centinelas. A medida que los animales mueren suponen una alerta para la comunidad, la señal de que la fiebre amarilla llegó". Testón explicó que fundamentalmente los brotes se dan en áreas selváticas y rurales, y que este caso encendió las alarmas al noroeste de Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais y Espíritu Santo.
La cartera sanitaria recomienda que aquellos que concurran a los centros turísticos costeros de Brasil no vacunarse contra la fiebre amarilla, ya que a la fecha, esas áreas no representan riesgo para adquirir esta enfermedad. En cuanto a los que eligen otros destinos, les solicita una consulta médica previa para evaluar la necesidad de recibir la vacuna pertinente.
Chile, por su parte, registró un brote de gripe aviar inédito. Es la primera vez que hay una alerta en Latinoamérica de esta índole: involucró dos granjas de criadero de pavos del mismo propietario en Valparaíso y su área de influencia, uno de los principales puntos de atracción turística del país trasandino. El año pasado, entre enero y octubre, cerca de 2,3 millones de argentinos ingresaron a Chile de acuerdo a datos de su Secretaría de Turismo.
"La gripe aviar es un tipo de influenza A que ha recibido muchas mutaciones con genes de pájaros y de cerdos, y que causa una enfermedad con alta mortalidad en las aves de corral", indicó la especialista, quien agregó que ante el contagio, "las aves tienen que ser sacrificadas, porque el contacto para los trabajadores de la granja presenta un grave riesgo". En esa dirección, autoridades chilenas anunciaron en enero el sacrificio de 350 mil ejemplares.
Las recomendaciones para los viajeros son comer el pollo o la carne de ave bien cocida y evitar el contacto directo e indirecto. Y el Senasa, a través de un comunicado, expresó que las personas pueden contraer la gripe aviar mediante la materia fecal o por las secreciones de las aves que contaminen la ropa, objetos o vehículos.