KABUL (AP) — Cientos de personas se concentraron el jueves en un cementerio al norte de Kabul para enterrar a un farmacéutico de 37 años, uno entre las 31 víctimas del ataque de la víspera a un hospital en la capital afgana que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
Cuatro hombres en batas de laboratorio asaltaron el hospital militar en una zona de alta seguridad el miércoles en pleno día, lo que provocó un tiroteo de horas con las fuerzas de seguridad.
Behroz Behnam, padre de tres niños, fue abatido en el tercer piso del hospital, dijo su hermano Behzad, quien también es oficial del ejército afgano.
Todos los agresores, incluidos dos que detonaron chalecos suicidas, murieron en el enfrentamiento.
Junto a la tumba de Behnam cubierta de flores, su padre, el general Jalandar Shah imploró a la comunidad internacional que ayude a Afganistán a poner fin a los enfrentamientos.
"Como padre, como ser humano, pido a la comunidad internacional que por favor preste atención", dijo. "Detengan la matanza de afganos. Basta de tantas muertes. Basta".
En el hospital, los expertos recorrían minuciosamente las instalaciones en busca de pruebas de que ISIS fue el autor del ataque, en el que 53 personas resultaron heridas, dijo el vocero del ministerio de defensa, Mohammed Radmanish.
Radmanish dijo a The Associated Press que si vienen ISIS reivindicó el ataque, las autoridades "deben realizar las investigaciones para saber quién es responsable".
Las fuerzas afganas han sufrido ataques crecientes del Talibán y de milicianos de ISIS, sobre todo en el este del país.
El ataque del miércoles reflejó la capacidad de los milicianos afganos para atacar la capital a pesar de las medidas de seguridad y los esfuerzos del gobierno para proteger a los civiles.