El pueblo católico de Nicaragua participó por segundo viernes consecutivo en el viacrucis con fervor y devoción esta madrugada, coincidiendo con el espíritu de la cuaresma que invita al sacrificio y penitencia.
“Porque consideramos que nos merecemos la libertad y la alegría que nos quita el pecado", dijo el Cura Párroco de Ocotal, padre Freddy López.
A las cuatro de la mañana saliendo de la Iglesia Señora de la Asunción de este municipio inicia el recorrido de 14 estaciones considerados como el camino del Señor Jesucristo hacia la cruz del calvario. “Como católicos vamos contemplando ese camino desde la primera estación donde lo condenan a muerte hasta que lo crucifican”, dijo Ramona Esperanza Medina, fiel creyente.
Explicó que este evento trae un sentimiento de amor, de recogimiento y perdón. “Un tiempo para pedir perdón y reconocer lo que él hizo para perdón de nuestros pecados e implorando su misericordia, porque cada día crucificamos al señor con nuestro modo de actuar”, enfatizó la fiel católica.
Cargar la imagen del Santo es un privilegio para los fieles que asisten a este recorrido. “Lo hago con mucha humildad, así como él nos cargó y nos carga a todos los días de nuestra vida, este es un momento para estar más cerca del Señor, es maravilloso”, dijo Alfonso Ramos.
Felicitó a la feligresía de Ocotal por su decidida participación en estos viacrucis del tiempo de la cuaresma que se realizan a las 4 de la madrugada durante siete viernes, para luego continuar con la Semana Mayor donde la Iglesia Católica celebra los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor y concluye con la gran Pascua.
“Es decir que Cristo no quedó en la Cruz, Cristo venció el pecado y la muerte y la vida en plenitud de nuevo, volvió a él y esa vida nosotros por la fe estamos seguros de participar por eso cada la iglesia proclama la alegría, la esperanza y la victoria sobre todo aquello que nos esclaviza”, enfatizó el padre Freddy.
Cabe destacar que en cada estación la iglesia enfatiza en una plegaria pidiendo por las mujeres perseguidas y abusadas, por los jóvenes, los niños, aquellos que no se les hace justicia e indefensos.
El párroco dijo que las autoridades y la sociedad deben ser conscientes de que debemos aportar para mejorar la condición de vida de todas las personas desde los niños, los jóvenes y las mujeres. “Instamos a todas las instituciones, personas que tienen a bien llevar el destino de los pueblos para que de acuerdo a la voluntad de Dios puedan practicar su justicia, el amor y la paz”.