NUEVA YORK (AP) — Después de una tormenta invernal que arrojó montones de nieve sobre el noreste de Estados Unidos, los habitantes sufrían el miércoles una ola de frío que cubrió de hielo aceras y calles y convirtió el tránsito en una hazaña peligrosa.
La feroz nevada paralizó gran parte del noreste de Estados Unidos, aunque al menos en algunas ciudades no alcanzó las acumulaciones de nieve pronosticadas.
La tormenta tomó por sorpresa a la población que recién había disfrutado varios días de clima inusualmente templado. Lanzó entre 30 y 60 centímetros (entre uno y dos pies) de nieve sobre algunos sitios, obligó a cancelar más de 1.000 vuelos el miércoles y 6.200 el día anterior y dejó sin electricidad a casi un cuarto de millón de hogares.
Para cuando entró en Massachusetts, estaba generando vientos más de 110 kilómetros por hora (70 millas por hora), casi la fuerza de un huracán. Boston terminó con 17 centímetros (6,6 pulgadas) de nieve aunque se había pronosticado mucho más.
Las clases fueron canceladas en Boston el miércoles por segundo día consecutivo para darle paso a los servicios de limpieza. El alcalde Marty Walsh aclaró que decretó la medida "por exceso de precaución".
La tormenta fue de lejos la peor en medio de un invierno que hasta ese momento había sido relativamente templado, y muchos habitantes expresaron su descontento.
"Fue terrible", dijo Don Zimmerman, un ingeniero que vive en Lemoyne, Pensilvania. "Pensé que el invierno ya había pasado, fue como una patada en el trasero", agregó.
Aunque la mayoría de la gente acató el consejo de abstenerse de manejar, una joven de 16 años perdió la vida al estrellarse su vehículo en una calle cubierta de nieve en Gilford, Nueva Hampshire, informó la policía.
Por otra parte, un hombre de edad avanzada murió al ser atropellado por un tractor despejavías en East Hartford y en Longmeadow, Massachusetts, el conductor de un camión de limpieza murió al ser embestido por un tren que despejaba la nieve de los rieles.
Quedaron suspendidas las clases en ciudades grandes y pequeñas, la empresa ferroviaria Amtrak canceló su servicio y no hubo servicio postal. Solamente en la zona metropolitana de Nueva York, unos 3.000 vuelos fueron cancelados.