Guatemala vive un Día de la Virgen de Guadalupe atípico a causa de la pandemia del coronavirus. El santuario de Guadalupe, zona 1 capitalina, el más tradicional, cerró sus puertas para evitar aglomeraciones y posibles contagios.
Para celebrar a la patrona de América, este sábado fue adornado el Santuario de la Virgen de Guadalupe en la zona 1 de la Ciudad de Guatemala con más de 13 mil rosas. ¿Qué te ha parecido? Fotos: Santuario de Guadalupe Guatemala. #religion #virgendeguadalupe pic.twitter.com/viWfXzfF66
— Relato (@relato_gt) December 12, 2020
No obstante, algunos fieles han llegado y desde afuera del templo han elevado oraciones y rezos de súplica y gratitud a la Emperatriz de América.
Este 12 de Diciembre el Santuario de la Virgen de Guadalupe permanecerá cerrado, no habrá celebración a la Emperatriz de las Américas, esto debido a la pandemia del #coronavirus. Todo será de forma virtual. #COVID19 pic.twitter.com/dTq48mmAtB
— Diario de Guatemala (@GuatemalaDiario) December 11, 2020
Otros templos, como el de La Villa, zona 10, sí abrieron con controles de aforo, distanciamiento, uso de mascarilla y alcohol en gel.
Feligreses católicos también veneraron a la Virgen en un altar elaborado en el atrio de la Parroquia San Ildefonso, Ipala.
Feligreses católicos veneran a la Virgen de Guadalupe en un altar elaborado en el atrio de la parroquia San Ildefonso en #Ipala #Guatemala
Fotografía?: Cortesía pic.twitter.com/TSjaEXlIkL
— Floria Emilia (@KatherinATN8) December 12, 2020
Padres acompañados de sus hijos rindieron tributo y ofrendas a la Virgen María en la festividad del 12 de diciembre.
Por medidas de seguridad y prevención sanitaria la iglesia permanece cerrada. Devotos solo tienen un tiempo de cinco minutos para venerar su amor y tomarse fotografías frente a el altar de la Patrona de América.
Nican Mopohua
De acuerdo a la Iglesia Católica, la Virgen de Guadalupe se le apareció en cuatro ocasiones a Juan Diego. En uno de estos encuentros, ocurridos en 1531, la Virgen le pidió subir al Cerro del Tepeyac, recolectar varias flores con ayuda de su tilma y llevárselas al obispo como prueba de su existencia. Al estar frente al religioso, Juan Diego extendió la prenda y de forma milagrosa, en ella quedó plasmada la imagen de una virgen morena con rasgos mestizos.
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Estas apariciones marianas se sustentan en el Nican Mopohua (Aquí se narra), un relato náhuatl de 1556 atribuido al noble indígena Antonio Valeriano, y que se construyó a partir de los testimonios que el propio Juan Diego dio de viva voz.
Desde entonces, esta imagen se convirtió en uno de los elementos más importantes del catolicismo, no sólo de México, sino a nivel mundial.