SAN PETERSBURGO, Rusia (AP) — Una bomba estalló el lunes en un tren subterráneo en la segunda ciudad más poblada de Rusia, ocasionando la muerte de 11 personas y heridas a por lo menos otras 40, en una escena caótica en la que las víctimas quedaron esparcidas en un humeante andén.
Horas más tarde surgió nuevamente angustia y temor cuando la policía encontró y desactivó un artefacto explosivo lleno de fragmentos metálicos en otra estación de San Petersburgo.
Nadie se atribuyó de inmediato el ataque, el cual ocurrió mientras el presidente Vladimir Putin estaba visitando la ciudad, donde nació. En las dos últimas décadas, los aviones y trenes rusos han sido con frecuencia blanco de ataques de terrorismo, usualmente por parte de extremistas islámicos.
Reportes de prensa señalaron inicialmente que la policía estaba buscando a dos sospechosos, y la televisión estatal rusa mostró una fotografía de un sospechoso que vestía un gorro característico de las regiones musulmanas de Rusia. Pero después, la agencia de noticias Interfax reportó que fuentes anónimas señalaron que la policía sospechaba que se trató de un atacante suicida.
El Comité Investigador, la principal agencia de investigación criminal del país, dijo que había iniciado una pesquisa con base en el supuesto de que se trató de un acto de terrorismo, pero agregó que se están considerando otras posibilidades.
San Petersburgo, un importante destino turístico famoso por sus palacios y abundantes museos de arte, se había salvado de registrar atentados.
"A partir de ahora me dará miedo abordar el tren subterráneo", comentó Marina Ilyina, de 30 años, quien llevó flores a la estación donde se detuvo el tren después de la explosión. "Nosotros en San Petersburgo pensamos que no seríamos tocados por eso".
El estallido ocurrió cuando el tren estaba entre dos estaciones alrededor de las 2:20 de la tarde. El conductor decidió seguir hasta la próxima parada, la del Instituto Tecnológico, lo que fue elogiado por las autoridades porque así los pasajeros pudieron salir y no tuvieron que andar por las vías electrificadas.
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia dijo que la cifra de muertos era de 11 y que otras 45 personas estaban siendo atendidas en hospitales.
Un video amateur que fue transmitido por la televisión rusa mostraba gente acostada sobre el andén de la estación Instituto Tecnológico, y a otras personas sangrando y llorando poco después de que llegó el tren a la estación.
"Había humo por todas partes, vinieron muchos bomberos", relató María Smirnova, una estudiante que iba en el tren justo detrás del que sufrió el atentado.
"Los bomberos nos gritaban que corriéramos hacia las salidas y todo el mundo empezó a correr, todo el mundo estaba presa del pánico", dijo Smirnova a la televisora independiente Dozhd.
Dos horas después del atentado, las autoridades habían encontrado y desactivado otra bomba en otra estación de tren, la de la Plaza Vosstaniya, dijo la agencia de contraterrorismo. Esa estación es un punto importante de cambio de líneas para los pasajeros y presta servicio a la estación de ferrocarril hacia Moscú.
Las agencias policiales rusas confirmaron que esa segunda bomba estaba abarrotada de esquirlas, y la agencia noticiosa Interfax reportó que contenía hasta un kilo (2,2 libras) de explosivos.
Todo el sistema de trenes subterráneos de San Petersburgo fue cerrado y evacuado, pero se reanudó el servicio parcialmente unas seis horas después.