La recomendación de los dermatólogos siempre se ubica en la misma línea: cuidarse del sol. Ante la constante exposición, el uso de diferentes protectores solares, con diversos factores, es clave para que la piel no sufra de los rayos ultravioleta y así evitar las enfermedades que estos pueden producir.
Todo queda atrás cuando un grupo de científicos de la Universidad de Glasgow, en Reino Unido, ideó una "piel solar", activada con energía del cielo, convirtiéndose en una de las tantas prótesis inteligentes que permitirían que las personas que carecen de alguna extremidad en su cuerpo, puedan efectuar los mismos movimientos que cualquier ser humano.
Esta piel inteligente incorpora sensores que imitan la retroalimentación táctil de la piel humana, haciendo posible que los amputados sientan presión, temperatura e incluso humedad.
Aquí ganan protagonismo los rayos solares, ya que esta prótesis produce su propia energía a partir de una fuente natural. Los ingenieros que la diseñaron afirmaron que la piel electrónica funcionaría más tiempo que aquellos materiales similares alimentados por baterías o atados a una fuente de energía que también limitan la portabilidad, claramente una característica clave de cualquier prótesis cotidiana en movimiento.
El equipo de ingenieros unió una capa de células fotovoltaicas generadoras de energía a la parte posterior de una mano protésica cargada de sensores. Los sensores están hechos de grafeno, un material flexible que es más fuerte que el acero, es conductor eléctrico y transparente.
"La transparencia de la capa sensible al tacto se considera una característica clave para permitir que las células fotovoltaicas cosechen con eficacia la luz", dijo el equipo en un resumen para su trabajo de investigación, que fue publicado en el sitio Avanced Functional Materials.
Los investigadores realizaron varias pruebas, en donde exigieron a la mano y la "obligaron" a realizar ejercicios cotidianos, como agarrar objetos, algo que logró superar con éxito. La piel inteligente de bajo consumo requiere 20 nanovatios de potencia por centímetro cuadrado, lo que equivale incluso a las células fotovoltaicas de menor calidad actualmente disponibles.
Aunque la energía generada por las células fotovoltaicas de la piel aún no se puede almacenar, el equipo de ingeniería está explorando formas de desviar la energía no utilizada en baterías para que pueda usarse cuando sea necesaria, así lo indica Infobae.
"El paso siguiente para nosotros es desarrollar aún más la tecnología de generación de energía que sustenta esta investigación y utilizarla para impulsar los motores que impulsan la prótesis misma", dijo Ravinder Dahiya, del grupo Bendable Electronics and Sensing Technologies de la universidad. "Esto podría permitir la creación de una prótesis totalmente autónoma de energía".