Lionel Messi regresó de una inactividad de casi dos semanas por suspensiones con un doblete y una asistencia, Luis Suárez agregó un tanto de chilena y el Barcelona noqueó el miércoles por 3-0 al Sevilla para reforzar su puja por la liga española, y de paso asestar otro golpe a un equipo en caída libre que ve peligrar los puestos de Liga de Campeones.
El Barsa trepó momentáneamente a la cima de la tabla con 69 puntos, uno más que el Real Madrid que juega a continuación ante el Leganés por la 30ma fecha. El conjunto dirigido por Zinedine Zidane también tiene un partido pendiente ante Celta de Vigo. El Sevilla, que en algún momento llegó a estar segundo, acumula cinco fechas sin ganar y está en el cuarto puesto, el último que clasifica a la Champions, y con el Villarreal acechando a siete unidades.
Messi y Suárez se encargaron de finiquitar el choque con una actuación demoledora, en que el uruguayo encarriló la victoria mediante golazo de chilena a los 25 minutos, antes de asistir a Messi para el segundo de la tarde a los 28.
El rosarino, que jugó por primera vez en 13 días tras ser suspendido con la selección argentina por cuatro partidos y cumplir otra sanción por acumulación de tarjetas con el Barsa, sentenció a los 33 minutos, reforzando de paso su condición de máximo cañonero del campeonato con 27 goles, escoltado por los 24 de Suárez.
"La pelota venía en el aire y un delantero, cuando está dentro del área, tiene la noción de donde está el arco, y no queda otro recurso que pegarle al arco", explicó el Suárez sobre el primer gol, antes de elaborar sobre la asistencia a Messi y las dos victorias seguidas del Barsa tras los compromisos de selección. "Conociéndonos, Leo intuye que la voy a tirar atrás, y da el paso en el momento justo. Somos conscientes de que los viajes largos desgastan, pero que los delanteros estemos cien por cien para los últimos partidos de la temporada es importante para el equipo".
El Sevilla, hasta hace poco la sensación del torneo, cada vez se aleja más del tercer lugar que por ahora mantiene el Atlético de Madrid, vencedor 1-0 sobre la Real Sociedad.
La jornada del miércoles se completa con los cotejos Deportivo La Coruña-Granada, Sporting de Gijón-Málaga y Alavés-Osasuna.
Descansado, fresco y hambriento de gol, Messi anunció pronto su presencia con un zurdazo al travesaño desde la media luna, después de que Suárez protegiera y le entregara la pelota de espaldas al arco.
Andrés Iniesta, igualmente rejuvenecido, exhibió vitalidad y clarividencia desde la posición de interior derecho, con diagonal al área para la cabeza de Ivan Rakitic, que por poco no encontró el arco en el remate aéreo.
Para entonces, el Sevilla había dado ya muestras de su peligro con un arribo de Steven N'Zonzi tras saque de banda, en que el volante le ganó la acción al argentino Javier Mascherano, pero no al arquero Marc-André Ter Stegen, firme en el aguante.
Pudo marcar también Victor Machín "Vitolo" a balón parado, pero su testarazo se marchó alto, y en cambio fue el Barsa el que abrió el marcador con una antológica diana de Suárez, quien se inventó un acrobático remate de chilena desde el pico del área chica, tras anticiparse al argentino Gabriel Mercado y atacar con la diestra el balón elevado.
El centro lo puso Messi en eléctrica conducción frente a tres rivales, y el uruguayo le devolvió el favor al argentino con la asistencia del segundo, un pase atrás sin mirar después de que la defensa sevillista no lograra interceptar el cruce desde la izquierda de Neymar, vertiginoso al contragolpe.
El técnico sevillista Jorge Sampaoli buscó soluciones en el banquillo pero los recambios no llegaron a tiempo de evitar el tercero, nuevamente obra de Messi, implacable rematador de un mal rechace de su compatriota, Nico Pareja, tras la prolongación de un tiro de esquina.
La viciosa volea de "La Pulga", el tercer gol azulgrana en apenas ocho minutos, dejó al Sevilla en la lona, sin capacidad de reacción siquiera tras el alivio del descanso.
La lluvia -de agua y de goles- caída en el primer tiempo dejó a los visitantes con cuerpo pesado y la vista nublada ante el magno reto de una remontada.
Avistando sus próximos compromisos, ante el Málaga en el torneo doméstico y la Juventus en la Liga de Campeones, Luis Enrique reservó a Suárez la última media hora y contempló desde la banca como su sustituto, Paco Alcácer, marró el cuarto en claro mano a mano con el arquero.