Tanta (Egipto), 10 abr (EFE).- Egipto ha despedido hoy a los muertos de los atentados terroristas que golpearon ayer las catedrales de las ciudades de Tanta y Alejandría, coincidiendo con la entrada en vigor del estado de emergencia, que se prolongará durante tres meses.
Las imágenes de duelo se repitieron hoy en el monasterio de Marmina, en Alejandría, durante el funeral de siete de los cristianos coptos que perdieron la vida ayer en esta ciudad, junto a otros diez fieles, cuando participaban en la celebración del Domingo de Ramos en la catedral de San Marcos.
Entre los muertos de este ataque, que al igual que el que sacudió la catedral de San Jorge de Tanta fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, se encuentran diez musulmanes: siete policías que vigilaban el templo y tres civiles que pasaban por el lugar.
En medio de intermitentes llantos y continuos suspiros, y con una ausencia total de responsables políticos, los familiares de las víctimas mortales dieron su último adiós a sus seres queridos.
En Tanta, donde perdieron la vida 27 fieles, optaron por enterrar a sus muertos esta madrugada y en el interior del complejo catedralicio.
Uno de los clérigos de la catedral de San Jorge, Musa Wasif explicó a Efe que solicitaron permiso al Gobierno para convertir la sala donde han sido sepultados en "un santuario dedicado a los mártires".
Un día después de la tragedia, las tiendas en Tanta, capital de la provincia de Al Garbiya, han vuelto a abrir sus puertas, entre ellas los comercios cristianos que ayer cerraron con motivo del Domingo de Ramos, día festivo para los cristianos egipcios, que representan entre un 10 y un 12 % de la población.
Rimón, un copto de 39 años que tiene una tienda de juguetes frente al templo de San Jorge ha reabierto su negocio esta mañana.
"Gracias a dios todo está tranquilo, no tenemos miedo e intentamos vivir con normalidad", dijo Rimón a Efe frente al lugar que ayer fue escenario de duras escenas de dolor.
No obstante, no ocultó que el "día sangriento y tremendo" que vivieron ayer los cristianos egipcios "ha dejado una huella psicológica" que será difícil de borrar.
Asimismo, el resto de iglesias de Tanta recibió esta mañana a decenas de fieles cristianos para participar en la misa del Lunes Santo, en medio de una notable presencia de agentes de seguridad, aunque menos intensa que la observable ayer, tras los ataques.
Los dos atentados de Tanta, 120 kilómetros al norte de El Cairo, y de Alejandría, en la costa mediterráneas causaron la muerte de 44 personas y heridas a otro centenar.
El grupo yihadista Estado Islámico asumió la autoría ayer y aseguró que fueron perpetrados por dos suicidas con cinturones explosivos.
En un comunicado, el grupo extremista amenazó a los cristianos egipcios y a los que denominó como musulmanes "apóstatas", y aseguró que "pagarán el precio de la factura (…) con el derramamiento de sangre de sus hijos".
La minoría copta ha sido blanco de ataques sectarios y terroristas en los últimos año. El mayor hasta ahora había sido el ataque terrorista contra la iglesia de San Pedro, situada dentro del complejo de la catedral de San Marcos en El Cairo que dejó 28 muertos.
Tras los dos atentados de este domingo, el presidente, Abdelfatah al Sisi, ordenó al Ejército desplegarse y proteger las instalaciones vitales en todas las provincias.
Además, el mandatario anunció el establecimiento del estado de emergencia por un periodo de tres meses para "proteger" el país.
El Consejo de Ministros ratificó hoy la medida tomada por Al Sisi y pidió a las Fuerzas Armadas y la Policía que tomen las medidas necesarias para hacer frente a los peligros del terrorismo y su financiación y que preserven la seguridad en todo el país.
El estado de emergencia solo estaba vigente en la actualidad en una zona limitada del norte de la península del Sinaí, donde el Ejército se enfrenta a la filial egipcia del EI desde 2014.