Pese a que poco a poco los grandes nombres del mundo de la moda se han ido rindiendo ante el fenómeno Kardashian, todavía hay quien se resiste a aceptar que su estilo excesivo y a veces rayano en lo ridículo pueda marcar tendencia, un grupo del que forma parte la diseñadora Carolina Herrera -a quien horroriza la pasión por las transparencias de Kim– y al que ahora parece haberse sumado también Victoria Beckham.
Según informa Quien.com, así lo ha dado a entender la británica en una entrevista a la revista Elle en la que ha lanzado un par de indirectas al mediático clan y se ha negado a reconocer su influencia como algo positivo.
"Intento no pensar que eso sea inspirador, si te soy sincera", respondió tajante Victoria, que tiene su propia línea de maquillaje en colaboración con Estée Lauder, cuando le preguntaron su opinión sobre las hermanas Kardashian y los numerosos tutoriales de internet que enseñan cómo maquillarse utilizando la técnica del contouring popularizada por las mujeres de su televisiva familia.
Aunque haya sido de manera sutil, la mujer de David Beckham continuó ironizando sobre el tema mientras comentaba su preocupación ante la posibilidad de que en un futuro su hija Harper quisiera 'maquillarse como un payaso' o vestir de manera demasiado provocativa para su edad, dos comentarios que bien podrían ir dirigidos a las más jóvenes del clan Kardashian-Jenner.
"Con un poco de suerte no querrá llevar faldas muy, muy cortas o vestidos. Cuando yo quería llevar faldas demasiado cortas, era porque la gente las llevaba. No estoy segura de si ahora será igual. ¿Está de moda que las chicas lleven toneladas de maquillaje hoy en día? Seguramente las mujeres en las que las chicas se fijan ahora no tendrán por costumbre esconderse bajo una gruesa capa de maquillaje que parezca yeso", afirmó Victoria en la misma conversación de forma un tanto sospechosa, ya que resulta poco creíble que una profesional de la moda como ella desconozca que a día de hoy Kim Kardashian y Kylie Jenner son imitadas por cientos de jóvenes que llegan hasta extremos insospechados por emular, por ejemplo, sus labios hinchados.