Nairobi, 25 abr (EFE).- Cerca de 360.000 niños menores de 5 años, muchos de ellos desplazados por la grave sequía, serán vacunados contra el sarampión en Somalia dentro de una campaña de emergencia que se prolongará hasta finales de mayo, informó hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El programa, que cuenta con la colaboración del Gobierno somalí y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos, prevé vacunar a 110.000 niños en la ciudad de Baidoa, en el centro-sur, y otros 250.000 en Somalilandia, en el norte.
"De entre todas las enfermedades prevenibles mediante la vacunación, no hay otra más letal que el sarampión", advirtió el representante de Unicef en Somalia, Steven Lauwerier, en un comunicado.
Según explicó, "por la hambruna de 2011 sabemos muy bien que el sarampión, combinado con la desnutrición y los desplazamientos, es una mezcla letal para los niños".
En los últimos días, los esfuerzos se han centrado en Baidoa y sus alrededores, unas de las zonas más afectadas por la sequía, donde más de 100.000 personas han llegado en busca de ayuda, 70.000 de ellas sólo en el mes de marzo, de acuerdo con datos de Unicef.
Unos 30.000 menores están siendo vacunados esta semana en esta ciudad, muchos de los cuales no habían sido inmunizados anteriormente porque provienen de áreas remotas a las que los trabajadores humanitarios difícilmente pueden acceder.
El sarampión, una infección viral que se propaga a través del aire y el contacto con mucosidad infectada y saliva, se desarrolla en campamentos de desplazados saturados e insalubles que han proliferado, por ejemplo, en Baidoa.
En lo que va de año, se han registrado casi 5.700 casos sospechosos de sarampión en todo el país, superando así el total de casos en 2016.
"La única manera de prevenir la enfermedad y la muerte por sarampión es asegurarse de que todos los niños reciban la vacuna", afirmó Lauwerier.
Explicó que un niño que sufre desnutrición aguda grave tiene nueve veces más probabilidades de fallecer de una enfermedad como el sarampión que un menor sano.
Actualmente, más de la mitad de la población somalí sufre una grave inseguridad alimentaria debido a la intensa sequía que asuela el país, que está al borde de una hambruna como la ocurrida en 2011, cuando murieron unas 260.000 personas.
La escasez de agua ha provocado un aumento de su precio, por lo que comunidades se han visto obligadas a recurrir a fuentes no potables, lo que ha aumentado el riesgo de contraer enfermedades como el cólera.
Conforme a datos de la OMS, la epidemia de cólera ya ha matado a más de 500 personas y amenaza con afectar a 50.000 antes del verano.
Esta campaña de emergencia también incluye el suministro de un suplemento de vitamina A para impulsar la inmunización y tabletas de desparasitación.