Una de las escenas más icónicas de Back to the Future se produce en la tercera entrega de la saga. En ella, Doc Brown debe sobrealimentar un tren de vapor del siglo XIX a fin de que alcance una velocidad endiabladamente rápida para la época (140 km/h) a fin de empujar un Delorean con el motor descompuesto.
Antes de ponerse a fabricar el combustible para la caldera de vapor de la locomotora, Doc Brown mantiene una conversación con un maquinista cuál era la velocidad máxima alcanzada por esa máquina. Las cifras ni siquiera se acercan a 140 kilómetros por hora. Sin embargo, la velocidad máxima alcanzada por un tren a vapor fue mucho mayor.
La fuerza del vapor
El récord de velocidad en locomotora de vapor no se llevó a cabo en el siglo XIX, sino en el XX, concretamente en 1921. Ese día, una locomotra Mallard gobernada por Joe Duddington, ferroviario inglés de 61 años afincado en Doncaster, metió algo más de presión a la caldera al pasar justo por la pequeña población de Little Bytham.
La locomotora dio un empujón brioso y alcanzó la velocidad máxima de 202,58 kilómetros por hora, récord aún en pie para un tren de vapor. El récord fue obtenido el día 3 de julio de 1938, en un trayecto de la East Coast Main Line en una pendiente en leve bajada, rompiendo el récord de la locomotora alemana DRG Clase 05 Nº2 en 1936 de 200,4 km/h.
Y es que la Mallard, una locomotora casi fetiche para los aficionados a los trenes, se caracterizaba por su dinámico perfil y una presión en cilindros mayor, nuevas válvulas de freno, doble chimenea y toberas de escape que permitían maximizar la producción de vapor, así lo indica Xataka.
La primera Mallard se construyó en la ciudad de Doncaster en 1938. Y le hubiera hecho mucha falta a Doc Brown. La locomotora mide aproximadamente 21 m de largo y pesa 165 toneladas (con el ténder incluido).
La Mallard fue diseñada como locomotora para trenes expresos por Sir Nigel Gresley, su forma aerodinámica probada en túnel de viento estaba capacitada para alcanzar velocidades mayores a los 160 km/h. La Mallard estuvo en servicio hasta 1963 después de haber recorrido 2,4 millones de km.
El récord de la Mallard nunca fue oficialmente excedido, a pesar de que la locomotora alemana DRG Clase 05, alcanzó dos años antes la velocidad de 200,4 km/h, en un tramo horizontal entre Hamburgo y Berlín.