(ACAN-EFE).- Las diferencias sobre el manejo de las finanzas entre el liderazgo nacional e "histórico" de la Mara Salvatrucha (MS13) y cabecillas locales generó un cisma en su interior y desencadenó el surgimiento de la facción MS503, confirmaron hoy a Acan-Efe autoridades de Seguridad de El Salvador.
El titular de la Dirección General de Centros Penales, Rodil Hernández, detalló que la división "quedó evidenciada" desde julio de 2016, cuando la Policía y la Fiscalía ejecutaron la operación "jaque", con la que golpearon por primera vez las finanzas y patrimonio de la MS13.
"Así como en su momento fue la Barrio 18 (que) se partió en dos (a mediados de la década pasada), en las facciones Revolucionarios y Sureños, en estos momentos la MS13 se ha fragmentado", señaló Hernández.
Explicó que dicha división ha generado altercados al interior de las cárceles en las que están recluidos sus miembros, como la explosión de una granada en el penal de Ciudad Barrios a mediados de marzo pasado, y un homicidio en la prisión de máxima seguridad en enero pasado.
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"Estamos ubicando a los líderes de la MS503", porque "ellos tienen una dinámica en la cual la mayoría de cabecillas se ocultan y aparentan que son otros" los jefes, acotó.
El ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, señaló que la división en la MS13 puede "continuar y pronunciarse más", por las purgas que este fenómeno puede generar en las células libres.
"Es una situación a la que se le está haciendo frente y la Policía ha dedicado buena parte de sus dispositivos a reducir esta amenaza" y "hemos tomado medidas" en las cárceles, explicó el ministro.
Durante la operación "jaque" las autoridades incautaron más de 100 vehículos entre autobuses de transporte colectivo de pasajeros, automóviles, camiones y motocicletas, 34.500 dólares en efectivo, congelaron 17 inmuebles y 34 cuentas bancarias.
Además fueron detenidas más de 70 personas, que conformaban la red que administraba las finanzas y el patrimonio de los principales líderes de la pandilla MS13, conocidos como "ranfla nacional".
Al presentar los resultados de la operación, el fiscal general, Douglas Meléndez, llamó a los pandilleros de la MS13 de "abajo" a reflexionar sobre la vida que llevaban sus líderes con el dinero de las extorsiones y venta de drogas, que es lavado mediante la compra y venta de vehículos usados, y la inversión en prostíbulos, bares, pequeños hoteles.
Las autoridades de Seguridad salvadoreñas acusan a las pandillas de mantener los altos índices de asesinatos que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo, con tasas de 103 y 81,7 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.