Una dieta rica en grasas Omega 6 pero pobre en Omega 3 puede dañar la salud, ya que contribuye a generar obesidad y enfermedades infamatorias, como la artritis, informó D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.
El Omega 3 y el Omega 6 son ácidos considerados esenciales porque el cuerpo no puede producirlos. Por lo tanto, deben incorporarse a través de los alimentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que por 1 gramo de Omega 3 hay que ingerir 5 gramos de Omega 6 diariamente. No obstante, actualmente hay un consumo excesivo de alimentos con grasas Omega 6, generando un desequilibrio, alertó la especialista.
Por ello, es preciso incrementar el consumo de ácidos grasos Omega 3, cuya fuente natural son los pescados azules (bonito, jurel, caballa y anchoveta) y reducir el consumo de grasas Omega 6, contenido principalmente en los aceites vegetales, así como en las margarinas y los alimentos industrializados, así lo indica Trome.
El Omega 6 no es perjudicial en sí mismo, pues cumple funciones necesarias en el organismo, pero es recomendable no excederse en su consumo ya que contribuye a la aparición de enfermedades inflamatorias.
Los ácidos omega 6 son grasas poliinsaturadas que se encuentran presentes en determinados alimentos. Existen diferentes tipos de omega 6, dentro de los que se pueden mencionar ácido linoleico, ácido alfa linolénico, ácido araquidónico, entre otros.
Cómo estos ácidos omega 6 son esenciales, es importante también que conozcas para qué sirven y cuáles son sus propiedades.
¿Para qué sirve el omega 6?
Forman parte de la estructura del sistema nervioso y de la visión.
Mejora las transmisiones nerviosas.
Estimula el funcionamiento neuronal y nervioso.
Mejoran la circulación de las membranas celulares.
Reduce la formación de colesterol LDL, colesterol total y triglicéridos en el hígado.
Mejora el sistema inmunológico, aumentando las defensas.
Participa en la síntesis de hormonas.