Un derrumbe de rocas se registró este viernes en la comunidad San Pedro de Arenales, a unos diez kilómetros al sur del casco urbano de Condega, municipio de Estelí, en el norte de Nicaragua.
Afortunadamente no hay daños en vehículos ni personas lesionadas, sólo la obstrucción de un carril que de inmediato fue limpiado por personal de la Alcaldía de Condega, de la alcaldía de Estelí, miembros de la Dirección General de Bomberos y la Policía Nacional.
Según funcionarios de la Alcaldía de Condega la lluvia habría iniciado pasadas las 8 y 30 minutos de la noche de este jueves y amaneció lloviendo en la zona.
Por su parte en la ciudad de Estelí llovió desde las dos de la mañana aproximadamente, lo que ayudó a que las rocas que estaban más sueltas, debido a la gran cantidad de agua, se movieran y colapsaran desde unos diez metros de altura aproximadamente.
Momentos más tarde llegó un equipo – maquinaria pesada – para realizar la movilización de las enormes rocas, que pesaban toneladas y lograron quitarlas por completo de la Vía Panamericana.
Orlando Acuña, vecino del lugar, señaló que el derrumbe se registró pasada las 4 y media de la mañana y que las rocas casi alcanzan a un camión que circulaba por la vía pero que no hubo lesionados. De inmediato se pusieron en alerta y se dispusieron a brindar alertas a los conductores que circulaban por el lugar para prevenirles de un posible accidente.
En varios puntos de Nicaragua la lluvia causó estragos y afectó a diferentes pobladores, con cauces que quedaron inundados, calles, vehículos estancados y muros que quedaron a punto de colapsar. En Managua, la Alcaldía trabajó desde horas de la noche del jueves y toda la madrugada para la identificación de los puntos críticos y así comenzar a organizar el trabajo para solucionar la problemática, en donde de igual forma los mismos vecinos en cada barrio comenzaron a hacer limpieza de sus calles aledañas, buscando evitar más estancamiento de agua en caso caiga otro aguacero pronto.