Miles de afectados y evacuados, escuelas y oficinas públicas cerradas. El balance de las inundaciones en la mitad oriental de Canadá se agravó este lunes, aunque las autoridades se mostraron esperanzadas de que el nivel de las aguas empiece a estabilizarse.
El pico de la crecida se alcanzó al este de Quebec, en una zona entre Gatineau, ciudad que se halla frente a la capital federal, Ottawa (Ontario, centro) sobre el río de los Outaouiais, y Montreal, a 200 km río abajo, anunció el lunes Martin Coiteux, ministro quebequense de Seguridad Civil.
El nivel de las aguas se estabilizó prácticamente y "a partir del miércoles se comenzará a sentir una mejora gradual de la situación", declaró el ministro provincial.
En su último boletín, Emergencia Quebec indicó que había 2.500 residencias inundadas en 146 localidades, y más de 1.500 personas habían sido evacuadas, la mitad de ellas en Gatineau. Esas evacuaciones son obligatorias a causa del estado de emergencia decretado en decenas de ciudades, donde se abrieron centros de acogida.
Se ordenaron evacuaciones en Pierrefonds, en la costa noroeste de la isla de Montreal, tras la rotura de tres diques, elevando el nivel de las aguas en zonas ya muy inundadas.
Una combinación de fuertes precipitaciones y escurrimiento por el derretimiento de la nieve ha provocado un desborde de los ríos de Ottawa y Montreal, imponiendo importantes desafíos a los habitantes ya agotados por semanas de interminables lluvias.
El Ministerio de Seguridad Pública dijo que se espera que las aguas alcancen su pico este lunes en la provincia de Quebec.
Nada parecido desde 1974
En Pierrefonds, Robert Robillard aún debía evacuar su casa, cuyo sótano está inundado con "unos 10 a 15 cm de agua".
"No he visto algo como esto desde 1974, cuando el entorno no era el mismo porque no había tantas casas", dijo.
En Rigaud, 50 km al este de Montreal, el alcalde, Hans Gruenwald, ordenó la evacuación obligatoria de un centenar de viviendas.
Tras casi tres semanas bajo agua, "a la gente ya no le queda capacidad física ni moral y tomé la iniciativa de evacuarlas", dijo a la cadena de televisión LCN.
Las inundaciones dificultan la circulación y varias escuelas permanecen cerradas este lunes.
Se abrieron decenas de centros de acogida para alojar a los siniestrados.
También en el oeste
Al otro lado de Canadá, en la Columbia Británica (oeste), se daba la misma combinación de precipitaciones y nieve derretida, provocando inundaciones y deslaves que han dejado al menos dos desaparecidos, incluyendo el jefe de bomberos de la localidad de Cache Creek, que había salido a comprobar el nivel de las aguas.
En tanto, un hombre de 76 años desapareció luego que un deslave arrasó el sábado con su vivienda en la comunidad de Tappen, informó CBC.
Los socorristas corrieron al lugar pero se vieron obligados a retroceder.
"Sonaba como un tren de carga que bajaba de la montaña", dijo el jefe de bomberos de Tappen-Sunnybrae, Kyle Schneider, a la cadena.