Washington, 9 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tomará una decisión sobre si retirar o no a su país del Acuerdo de París sobre cambio climático hasta que regrese de la Cumbre del G7, que tendrá lugar el 26 y 27 de mayo en Italia, informó hoy la Casa Blanca.
Trump prometió el pasado 29 de abril que tomaría "una gran decisión" sobre el Acuerdo de París "en las próximas dos semanas", un plazo que se cumplía este sábado 13 de mayo.
Sin embargo, su portavoz, Sean Spicer, aseguró hoy en su rueda de prensa diaria que el mandatario pospone la decisión hasta después del encuentro del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo a finales de mes.
La Casa Blanca está dividida en dos facciones en lo relativo al Acuerdo de París, una de ellas liderada por la hija del mandatario, Ivanka Trump; el secretario de Estado, Rex Tillerson; y el titular de Energía, Rick Perry, según informan múltiples medios.
Los tres están a favor de permanecer en el pacto sobre el clima, algo que para Tillerson es vital si Estados Unidos no quiere perder influencia en el escenario global; mientras que Perry apuesta por "renegociar" los compromisos estadounidenses en lugar de retirarse.
En el bando contrario, el que quiere abandonar el acuerdo, están el estratega jefe de Trump, Stephen Bannon, y el administrador de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Scott Pruitt, quien la semana pasada calificó el pacto de "mal negocio" para Estados Unidos.
El compromiso que asumió Estados Unidos dentro del acuerdo era el de reducir para 2025 sus emisiones de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005.
El medio principal por el que el Gobierno de Barack Obama planeaba lograr ese objetivo era la sustitución de las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias, algo que choca con la promesa de Trump de crear empleo para los trabajadores de plantas de combustibles fósiles.
Si Estados Unidos se mantiene en el Acuerdo de París pero trata de rebajar su compromiso -algo inevitable si Trump sigue desmantelando las medidas de Obama- los expertos legales creen que eso abriría la puerta a demandas judiciales de activistas medioambientales.