En una carta abierta al presidente Santos las FARC–EP ratificaron su intención de cumplir lo acordado. "Nosotros no le fallaremos a Colombia", dijo Londoño.
El jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia–Ejército del Pueblo (FARC-EP), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", mostró su preocupación por la "lentitud" con la cual el presidente colombiano Juan Manuel Santos cumple el Acuerdo de Paz, por lo cual lo urgió a consolidar lo pactado en La Habana.
"Defendemos la paz y la verdad, el pueblo colombiano nos acompañará. Esperamos sus hechos, presidente, haga honor a su palabra. Nosotros no le fallaremos a Colombia", reafirmó Timochenko en una carta abierta a Santos fechada en la capital cubana.
La misiva se dio a conocer después de que la Corte Constitucional de Colombia dejara sin vigencia, el miércoles pasado, dos apartes del Acto Legislativo para la Paz que impedían que el Congreso modificara los proyectos de ley para implementar los acuerdos.
La Corte declaró inexequibles (que no proceden según la Constitución) esos literales del Acto Legislativo, al considerar que "sustituyen el principio de separación de poderes", pues se limitaba la capacidad deliberativa y decisoria del Congreso.
"La atribución constitucional del Presidente de la República para concertar acuerdos de paz ha sido hecha trizas, está en cuestión la seriedad del Estado colombiano ante el mundo", consideró el líder de las FARC-EP.
Añadió que mientras el grupo insurgente aplica todos los compromisos, el "Gobierno nacional cumple demasiado lentamente su palabra. Los otros poderes titubean o actúan de modo sospechoso en relación con lo acordado".
Sin embargo, el presidente Santos acotó este viernes desde Estados Unidos que el fallo no afecta la seguridad jurídica del Acuerdo de Paz e indicó que solo se necesita seguir las labores correspondientes para cumplir lo pactado.
En su carta, Timochenko también advirtió que las bandas paramilitares amplían su influencia en la frontera con Ecuador para quedarse con el narcotráfico, una vez los 7.000 integrantes de las FARC–EP dejen las armas.