MARAWI, Filipinas (AP) — Tanques del ejército llenos de soldados entraron en una ciudad del sur de Filipinas para intentar recuperar su control después de que insurgentes vinculados al grupo extremista Estado Islámico lanzaron un violento sitio.
Miles de civiles huyeron de la ciudad de Marawi, que tiene unos 200.000 habitantes.
Al menos 21 personas murieron en los combates que comenzaron el martes por la noche, cuando el ejército registró el escondite de Isnilon Hapilon, un comandante de Abu Sayyaf que juró lealtad al grupo EI, en Marawi. Está en la lista de terroristas más buscados por Estados Unidos y su captura se premia con una recompensa de cinco millones de dólares.
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Pero la operación se desmoronó pronto mientras los insurgentes pedían refuerzos. La mayor parte de la ciudad seguía cerrada el jueves, aunque podrían oírse disparos y explosiones. Nubes de humo negro se elevaban al cielo desde el centro de la ciudad, y helicópteros de la fuerza aérea sobrevolaban la ciudad.
Filipinas: Duterte declara la ley marcial en la región por ataque del EI
El presidente Rodrigo Duterte ha decretado la ley marcial en toda la isla de Mindanao (al sur del archipiélago) después de que un grupo de milicianos vinculados al Estado Islámico asaltaran este martes diversas áreas de la ciudad filipina de Marawi, y se enfrentaran a las fuerzas del ejército enviadas para recuperar el control de la zona.
"Grupos del Estado Islámico han tomado la provincia, se están llevando a cabo enfrentamientos, por desgracia, tengo que estar allí", ha afirmado el presidente filipino en el encuentro con su homólogo ruso, Vladímir Putin, explicando los cambios en la agenda de su visita a Rusia.
Ante la confusión producida por el incidente, las redes sociales se hacían eco de los acontecimientos.