En un futuro ya no tan lejano, la posibilidad de colonizar el espacio y formar ciudades en él no suena descabellado. Los últimos descubrimientos de planetas potencialmente habitables alimentan tal esperanza. Con Marte en el horizonte, hoy la ciencia también se pregunta si será posible reproducirse tan lejos de la Tierra.
Dos estudios se llevaron a cabo para indagar en el tema. Uno de ellos ya finalizado: dirigido por Sayaka Wakayama, de la Universidad de Yamanashi, Japón, el experimento Space Pup fue todo un éxito. Después de 9 meses que el esperma de ratón pasó en el espacio, logró reproducir una familia de roedores sanos.
El experimento comenzó en 2013 cuando las muestra de esperma liofilizadas se lanzaron a la Estación Espacial Internacional. Tras 9 meses, los trajeron de regreso y descubrieron que la fuerte radiación espacial había ocasionado un daño pequeño en el ADN. Pese a la incertidumbre que instaló, la fecundación in vitro tuvo resultados óptimos. Según lo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, La descendencia nació sana y tras dos años se desarrolló con normalidad.
El equipo dirigido por Wakayama remarcó que los resultados implican un primer paso promisorio hacia la futura reproducción de los mamíferos en el espacio. A su vez, además de imaginar posibles sociedades espaciales, sostuvieron que preservar esperma fuera del planeta puede ser clave a la hora de prevenir posibles desastres en la Tierra.
El investigador considera que la Luna podría ser el recinto ideal para almacenar espermatozoides y se refirió a los tubos de lava lunar: "Sus temperaturas muy bajas, la protección de la radiación espacial por capas gruesas de roca madre y el aislamiento completo de cualquier desastre que pudiera ocurrir en la Tierra lo convierten en una gran posibilidad".
Por su parte, la Universidad Tsinghua de China puso en marcha un estudio para establecer si los seres humanos son capaces de reproducirse en el espacio. El 21 de abril despegó el primer carguero espacial chino con la búsqueda de inducir la diferenciación de células madre embrionarias humanas en células germinales.
"Es un experimento importante porque es el primer paso hacia la comprensión directa de la reproducción humana durante la exploración espacial", aseguró Kehkooi Kee, líder del experimento que pretende determinar los efectos del ambiente sobre la capacidad de reproducción.
Los científicos controlarán desde la Tierra la evolución de las células. De acuerdo a lo consignado, consideran el entorno espacial por su microgravedad, radiación y campos magnéticos un terreno para la concepción. Sobre todo por la microgravedad que afectaría a la división celular porque tanto las células como sus moléculas evolucionaron para funcionar bajo la gravedad terrestre.
"Si queremos estudiar directamente la biología reproductiva humana en el espacio, necesitamos construir una plataforma in vitro para estudiar las células germinales, así que elegimos utilizar células madre embrionarias humanas para diferenciarlas en células germinales", señaló Kee.
Los resultados pronto estarán a disposición. Entonces se sabrá si las células madres lograron diferenciarse de las marginales, marcando así un paso importante hacia una de las cuestiones que obsesionan a la ciencia: la reproducción humana en el espacio.