Kabul, 31 may (EFE).- El Gobierno afgano informó hoy de que al menos 90 número personas han muerto y 463 han resultado heridas en el ataque con coche bomba ocurrido hoy cerca del Palacio Presidencial en Kabul.
"De acuerdo con los informes recibidos, este potente ataque causó la muerte a 90 personas y heridas a 400 de nuestros civiles e inocentes compatriotas", indicó en su cuenta de Twitter el Centro Gubernamental de Información y Prensa afgano.
El viceministro de Interior para Asuntos de Seguridad, general Murad Ali Murad, confirmó en rueda de prensa que el atentado causó 463 heridos.
El ataque se produjo la mañana de este miércoles en la carretera de acceso a la zona de alta seguridad de la capital afgana cercana al Palacio Presidencial y en la que se encuentran varias embajadas y edificios gubernamentales.
Este último balance oficial convierte el ataque de hoy, de acuerdo con la misión de las Naciones Unidas en el país, en el más cruento perpetrado en Kabul desde la invasión estadounidense en 2001, al sobrepasar los 85 muertos y 413 heridos que contó en el ataque del pasado julio contra una manifestación de la minoría chií hazara.
En 2008, hubo un atentado en Kandahar (sur) contra gente que se había reunido para asistir a un combate de perros que dejó entre 80 y 100 muertos, según diversas fuentes, pero los heridos fueron entonces apenas unas decenas.
La potente detonación, que se escuchó en varios puntos de la ciudad, se produjo en pleno mes sagrado de Ramadán y a la hora punta de acceso en esta zona de oficinas, ya que durante este periodo la gente entra una hora más tarde a trabajar.
Ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.
Los dos últimos ataques de envergadura con bomba en Kabul, el último de ellos a principios de mes y ocurridos también en el área diplomática, fueron reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El Ejecutivo afgano ha ido perdiendo terreno ante los talibanes y otros grupos insurgentes desde el final de la misión militar de la Alianza Atlántica y en este momento apenas controla un 57 % del país, según información de Washington.