Una reciente investigación puede explicar por qué: estudios anteriores han sugerido que el sexo desempeña un papel clave en el vínculo con la pareja y el nivel de satisfacción con la relación. Pero, según Andrea Meltzer, investigadora de la Universidad Estatal de Florida, no explican cómo “las personas siguen estando vinculadas como pareja entre un acto sexual y el siguiente”. En un nuevo estudio publicado en la revista Association for Psychological Science (Asociación para la ciencia psicológica), introduce el término de “resplandor posterior al sexo” para explicarlo. Meltzer descubrió que el efecto positivo del sexo en las relaciones puede perdurar después del acto, pero solo hasta un máximo de 48 horas.
Los investigadores examinaron datos procedentes de dos encuestas longitudinales ?una con 96 parejas casadas y otra con 118 parejas casadas? en las que se pedía a los recién casados que mantuvieran diarios sexuales individuales en los que debían anotar cuándo tenían sexo, su nivel de satisfacción sexual y el nivel de satisfacción con su relación. Meltzer se dio cuenta de que las parejas indicaban tener mayor satisfacción sexual hasta dos días después de haber tenido sexo. “Los participantes que indicaron tener un período de 48 horas de “resplandor posterior al sexo” más fuerte también indicaron mayores niveles de satisfacción con su relación entre cuatro y seis meses después”, explicó en una entrevista con Broadly.
“Esta investigación es importante porque se une a otra investigación que sugiere que las funciones sexuales mantienen a las parejas unidas”, indicó Meltzer. Desde un punto de vista evolutivo, Meltzer afirma que los inconvenientes del sexo podrían ser la causa del fenómeno del período de resplandor posterior al sexo. La copulación frecuente, señala, consume tiempo y energía y puede reducir el recuento de espermatozoides.
Meltzer afirmó que quería estudiar la posibilidad de un período de “resplandor posterior al sexo” porque hay muchos ejemplos anecdóticos de ese fenómeno. De hecho, cuando pregunté por ahí la mayoría de la gente me habló de una diferencia obvia entre la vida en el período posterior al sexo y la vida fuera de él. La universalidad anecdótica de este hecho coincide con los descubrimientos de Meltzer: en un comunicado de prensa, escribió que el período de resplandor posterior al sexo “no difería según el género o la edad de los participantes y se mantenía incluso después de tener en cuenta factores como la frecuencia de los encuentros sexuales, los rasgos de la personalidad, la duración de la relación y otros”.