Cincuenta y dos sanitarios argentinos voluntarios fueron los primeros a los que se suministró la vacuna española RUTI contra la COVID-19, desarrollada por un investigador del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) y fabricada por la farmacéutica Archivel Farma.
Es la primera vacuna española en recibir la autorización para realizar un ensayo clínico internacional, la cual fue inicialmente diseñada contra la tuberculosis pero se prevé eficaz también contra otras infecciones víricas como el coronavirus, por lo que recibió la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de Argentina.
El hospital español informó este viernes en un comunicado de que 52 sanitarios de dos hospitales argentinos entraron ya en el ensayo clínico, que comenzó el pasado 26 de noviembre.
Lee también: Según un estudio las migrañas son tsunamis cerebrales
La vacuna se administrará a por lo menos 369 empleados de los diversos centros participantes, ubicados en diferentes ciudades argentinas, entre ellos el Hospital de Clínicas Presidente Nicolás Avellaneda, el Hospital José Néstor Lencinas, el Hospital General de Agudos Ignacio Pirovano y el Hospital Italiano de Buenos Aires.
"El estudio pretende demostrar la seguridad de la vacuna RUTI, así como su capacidad de generar una respuesta inmune innata de memoria para reducir la incidencia de la infección por SARS-CoV-2 o para reducir la gravedad del curso clínico en caso de infección", según la fuente.
Se trata de una vacuna que también "podría ayudar a reducir la gravedad de otras infecciones respiratorias", según los investigadores.
Fue desarrollada por el doctor Pere-Joan Cardona, del Servicio de Microbiología de Can Ruti, y se basa en la denominada "inmunidad innata entrenada", es decir, en estimular a través de la vacuna la inmunidad del cuerpo y "dotarla de memoria" para generar una mejor y más rápida respuesta a la exposición del virus.
De mostrarse eficaz, RUTI podría convertirse en la base de vacunas antivíricas de amplio espectro gracias a su mecanismo alternativo a la generación de anticuerpos que produce la vacunación clásica.
De hecho, esta nueva opción terapéutica podría emplearse además como primer recurso en caso de epidemias provocadas por virus nuevos o en mutaciones de virus pandémicos que hacen que las vacunas existentes pierdan su eficacia inicial.
"El concepto de inmunidad entrenada aparece como una alternativa interesante e innovadora para explorar como estrategia de prevención, inicialmente sobre el personal de la salud", explicó el doctor que lidera el estudio en Argentina, Waldo Belloso, quien admitió que "la obtención de vacunas específicas de eficacia suficiente y disponibles para su uso masivo llevará tiempo". EFE