"Queda claro que Catar tiene el trato con las milicias de golpistas hutíes y apoya a grupos extremistas", fue parte de la justificación yemení para cortar relaciones con el Reino.
Maldivas, Libia y Yemen son las naciones más recientes en unirse al bloqueo diplomático contra Catar, iniciado por Bahréin, Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, que rompieron sus vínculos con el Reino por su supuesto "apoyo al terrorismo".
"Las Maldivas tomaron la decisión debido a su firme oposición a las actividades que fomentan el terrorismo y el extremismo", señala un comunicado publicado en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El documento señala que las Maldivas siempre han seguido una política de promoción de la paz y la estabilidad en el Oriente Medio.
"Desde 2012 Catar ha sido la fuente principal del suministro de armas a la célula libia de los Hermanos Musulmanes y otros grupos armados islamistas y representa una amenaza para todo el mundo árabe", dijo el ministro de Exteriores libio, Mohammed al Dairi, citado por Sky News Arabia.
Previamente Yemen había responsabilizado a Catar del apoyo a los grupos radicales en su país y avaló la decisión de excluirlo de la coalición árabe que interviene en el conflicto desde marzo de 2015.
"Queda claro que Catar tiene el trato con las milicias de golpistas hutíes y apoya a grupos extremistas", afirma el comunicado oficial de la nación árabe, que fue referido por cita Al Arabiya.
El primero en hacer el anuncio fue Bahréin que atribuyó la medida, en un comunicado difundido por la agencia de noticias oficial del país, a los continuos intentos de Doha de "desestabilizar la situación y socavar la seguridad en el Reino de Bahréin, intervenir en sus asuntos internos, escalar la tensión, lanzar provocaciones en los medios de información y apoyar al terrorismo".
Bahréin dio a los diplomáticos cataríes 48 horas para abandonar el territorio del Reino, así como suspendió toda comunicación aérea y marítima con el país vecino y prohibió los viajes y residencia recíprocos.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar lamentó este lunes la decisión y la calificó de "injustificada", en un momento en que solo se habían pronunciado Arabia Saudita, Bahréin, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.