Los sondeos pronostican que La República en Marcha obtendría entre 370 a 400 diputados, según diferentes proyecciones, con los que superaría ampliamente la mayoría absoluta de 289 escaños.
Las elecciones legislativas en Francia que se celebran este domingo abren la posibilidad de una gran renovación en el panorama político que, de cumplirse los pronósticos, consolidaría el poder del presidente francés Emmanuel Macron.
Un mes después de que Macron, de 39 años, se convirtiera en el presidente más joven de la historia del país, más de 47 millones de franceses volverán a las urnas para elegir a 577 diputados, entre 7.877 candidatos.
A La República en Marcha (LREM) de Macron le esperan, de ser exitosos los sondeos, entre 397 y 427 diputados, muy por encima de los 289 de la mayoría absoluta necesarios para controlar la Asamblea Nacional.
Los Republicanos, con una proyección de entre 95 y 115 escaños, mantienen según los medios el consuelo de liderar la oposición, mientras que los socialistas ven limitadas sus aspiraciones a menos de 40 diputados y el ultraderechista Frente Nacional (FN) y La Francia Insumisa izquierdista tienen dificultades para alcanzar los 25 necesarios para formar grupo.
Para ganar en la primera ronda, los candidatos necesitan una mayoría absoluta y el apoyo de por lo menos una cuarta parte de los votantes registrados en el distrito. De lo contrario, todos los contendientes que obtengan al menos el 12,5 por ciento de los sufragios de los votantes registrados avanzarán a la segunda ronda.
La segunda vuelta se celebrará el próximo domingo 18 de junio.
La votación el pasado fin de semana de los franceses en el extranjero, que se decantaron de forma mayoritaria por LREM, reflejó la potencia del partido de Macron.
Estos sufragios son cruciales para el mandatario centrista, quien necesita una mayoría sólida para implementar sus ambiciosas reformas y sacar a Francia del estancamiento económico.