Hoy en día, en pleno siglo XXI, las mujeres pueden decir que a diferencia de épocas anteriores, pueden vivir más libre y plenamente de su sexualidad.
Quizá pensamos que aquellas chicas jóvenes son quienes más disfrutan del sexo, ya que la juventud y la edad les permite practicar cosas altamente placenteras e inimaginables; sin embargo, todo parece indicar que las más maduras son quienes disfrutan más de los momentos íntimos en pareja.
Esto fue revelado por un estudio realizado por Natural Cycles, en donde se encuestaron a 2 mil 600 mujeres, mismo que reveló que las mujeres que rondan los 36 años son quienes viven y experimentan más y mejores orgasmos.
Según dicha investigación, a esas edad, las mujeres incrementan la frecuencia, así como la calidad de sus encuentros sexuales. Además, las mujeres que están en esa edad se tienen mucha confianza respecto a su manera de ser y su desempeño con la pareja, y no tienen temor de mostrar su anatomía, tal cual es.
De acuerdo a dicho estudio, las mujeres que viven los orgasmos menos placenteros son aquellas que rondan los 23 años.
¿El tamaño del clítoris influye en el placer?
La respuesta es no. Ni el tamaño del clítoris, ni el del pene, afectan a la sensibilidad ni a la funcionalidad sexual del mismo. Las terminaciones nerviosas siguen siendo las mismas y no hay distinción. Pero lo que parece que sí influye en los orgasmos femeninos es la distancia del clítoris respecto a la cavidad vaginal.
Así lo afirmó Marie de Bonaparte, bisnieta de Napoleón, quien a principios del siglo XIX, entrevistó a 243 mujeres y estudió la distancia métrica de la zona. Y todo esto porque Marie no podía llegar al orgasmo mediante penetración, únicamente conseguía placer si se estimulaba el clítoris. Qué listas somos cuando nos interesa, ¿eh? En su estudio concluyó que existen 3 tipos de mujeres: paraclitoridiennes, el clítoris se sitúa a menos de 2,5 cm de la vagina, y representa el 69% de la población femenina; téléclitoridiennes, cuando esa distancia era superior a 2,5 cm, y que representan el 21% de la población; y mesoclitoridiennes, el resto de mujeres.
En 2011, los investigadores Kim Wallen y Elisabeth Lloyd le dieron la razón a Marie y concluyeron, con su propio estudio, que, efectivamente, la distancia entre dichas partes podía ser uno de los muchos factores implicados en la frecuencia de orgasmos durante la penetración.