Los bomberos acaban de confirmar en una comparencia ante los medios de comunicación que "tristemente" hay "fallecidos" en el incendio de una torre residencial de 27 plantas y 120 viviendas en el centro-oeste de Londres, donde también se ha atendido a personas heridas de diversa gravedad. Hasta treinta de los heridos han sido trasladados a cinco hospitales de la capital británica.
El fuego, de enormes dimensiones, se desató de madrugada en la Torre Grenfell, en una zona próxima a Notting Hill, donde trabajan unos 200 bomberos y 40 camiones autobombas, informaron fuentes de la Brigada de Bomberos de la capital británica.
La portavoz de los bomberos ha reconocido que en sus 29 años de servicio no había visto un incendio de tal magnitud. Ha explicado que lamentablemente hay personas que no han podido escapar de las llamas y han fallecido. Sin embargo, no ha podido determinar el número exacto.
En su comparecencia, la portavoz ha explicado que tuvieron conocimiento del incendio a las 00.54 hora local y que los primeros efectivos llegaron al lugar en seis minutos. Estos bomberos corrieron grave peligro porque fueron los que entraron en el edificio "en condiciones extremas" para evacuar al mayor número posible de residentes.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Londres (MET) informó que tuvo conocimiento del siniestro pasada la una de la madrugada y que la primera acción fue enviar una veintena de ambulancias al lugar del siniestro, que a esta hora de la mañana del miércoles permanece acordonado.
En su cuenta de Twitter, la Policía anunciaba que "numerosas personas" eran atendidas por heridas de diversa gravedad e inhalación de humo. Y hasta 30 personas habrían requerido traslado hospitalario.
Incendio devora una torre residencial en Londres
Las imágenes del incendio mostraban de noche a gente con linternas que intentaban enviar señales de socorro a las que les resulta imposible abandonar la torre envuelta en llamas, que se teme pueda derrumbarse porque se ha quemado hasta "el núcleo", según declaraciones de testigos.
Los bomberos habrían conseguido rescatar a varios de los atrapados, según informan los medios británicos. Aunque los vecinos siguen sin tener noticias de varios de los inquilinos.
En su último comunicado, los bomberos han reconocido que la situación es crítica. Sus efectivos trabajan con "equipos de respiración autónomos" y "en condiciones extremas" para poder sofocar el fuego. "Éste es un gravísimo incidente".
El origen del fuego no ha podido ser oficialmente esclarecido, asegura el último parte de los bomberos, aunque varios vecinos apuntan a que el incendio pudo iniciarse con la avería eléctrica en una nevera de una vivienda de la cuarta planta.
La torre Grenfell de Londres fue construida en el año 1974 y sus fachadas exteriores rehabilitadas el año pasado. El fuego, al parecer, comenzó en una cara de la torre, probablemente en la cuarta planta, y acabó por engullir en 15 minutos el edificio completo.
Varios vecinos han lamentado en sus declaraciones a la BBC que tan solo hubiera una vía de escape del edificio, una escalera de emergencias, y que no sonaran las alarmas de incendios avisando del fuego cuando este se inició.
El diario The Guardian recoge una información que asegura que la comunidad de vecinos de la torre había advertido a los propietarios de los riesgos de un incendio en la finca.
En su escrito, de 2013, la comunidad se movilizó para exigir mejoras después de un periodo de subidas de tensión por cableado defectuoso. "Estamos convencidos que la propiedad se sentará en el banquillo por un incendio grave", decía aquel comunicado de los vecinos.
Uno de los inquilinos del bloque, residente de la cuarta planta, ha explicado que su vecino, puerta con puerta, le avisó de que se había producido una explosión en su casa y de que debía poner a salvo a su familia. Este matrimonio tuvo tiempo de empapar en agua varias toallas con las que cubrir a sus hijos y así la familia consiguió ponerse a salvo. Numerosos habitantes del barrio, conocido por un famoso Carnaval, han acogido en sus casas a los residentes que, con niños pequeños, buscaban refugio en pijama.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, calificó de "grave incidente" el suceso, por el que se han cortado las calles adyacentes y alguno de los evacuados han sido trasladados a un centro cristiano cercano al suceso, donde han sido provistos de mantas y de comida.
Otra de las vecinas del edificio incendiado, que permanece refugiada en el centro comunitario, ha explicado a la BBC que de noche se levantó al baño y escuchó ruidos extraños en su puerta. Salió y se encontró con un policía. "Le pregunté, oficial qué está pasando, y me contestó: fuego, salga. Cogí a mi nieto y escapamos por la escalera de incendios, que estaba llena de humo", cuenta a la televisión envuelta en un albornoz.