Dos mujeres transexuales contrajeron matrimonio en la localidad argentina de La Plata, la primera pareja de esta orientación sexual en "ejercer ese derecho" en el país suramericano, según informó una de las contrayentes.
La ceremonia tuvo lugar delante de decenas de amigos y familiares de la pareja, quienes transmitieron tras el 'sí, quiero' que las mujeres no deben esconderse ni sentir "temor a la sociedad", y animaron a otros que demuestren que es posible lo que consideraron un amor "en tiempos de crisis".
Shirley Adriana Torrey Carpio explicó a la agencia estatal Télam que conoció a su ahora esposa, Luciana López, hace siete años cuando llegó desde Perú, sin embargo no fue hasta hace unos meses que volvieron a estar juntas.
"Hace siete meses nos encontramos de casualidad en el hospital y cuando le comenté que estaba buscando casa, ella enseguida me ofreció ir a vivir a la suya, como amiga", explicó Torrey.
Las recién casadas denunciaron la "ausencia histórica" de derechos civiles por parte del Estado para llevar a cabo su unión, y protestaron por la "violencia" con que, consideraron que la sociedad les "criminaliza y discrimina".
"Nosotras volvemos a apostar al amor", espetó Torrey antes de afirmar que "la continuidad del trato, el cuidarnos, el ser compañeras nos hizo dar cuenta de que estábamos enamoradas".
"Las personas se casan con su DNI, donde figura su identidad. Como ellas tenían su DNI con los nombres masculinos, tuvimos que registrarlas de ese modo. Pero yo las traté todo el tiempo con el nombre autopercibido", dijo al medio local la funcionaria que casó a la pareja, María Paz Becerra.
Argentina aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario en 2010, el final de un camino que comenzó en 2005 con la presentación del proyecto de ley y que tuvo su primer recurso de amparo en 2007.
Con la legalización de las bodas entre personas del mismo sexo, el país austral se convirtió en el primer país de Latinoamérica y el décimo del mundo en reconocer ese derecho.
En 2012 se dio el sí a la Ley de Identidad de Género, que garantiza el derecho al reconocimiento de la identidad de género autopercibida