El conflicto armado en Colombia ha dejado unas 20.000 víctimas de violencia sexual entre 1985 y 2017, indicó hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que precisó que la cifra está condicionada por "el miedo de los afectados a hablar".
"La violencia sexual cometida tanto en el marco del conflicto armado como de otras situaciones de violencia supone una tragedia personal para miles de personas en este país, pero es también una afrenta a la sociedad colombiana, que tiene la responsabilidad de apoyar a estas personas", indicó el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, en un comunicado.
La institución también advirtió que las cifras, obtenidas según datos de la Unidad para las Víctimas de Colombia, tienen "un importante subregistro" que se encuentra condicionado por "el miedo de las víctimas a hablar, la falta de acceso a servicios y el desconocimiento de las rutas de atención".
Asimismo, luego de un trabajo de tres años, la institución comprobó que las víctimas sobrevivientes de este tipo de violencia suelen afirmar que sus madres, hijas y abuelas también han sufrido estos ataques.
"Se trata de un fenómeno recurrente y transgeneracional por la persistencia del conflicto armado en el país y por el hecho de que esta práctica también tiene lugar fuera de contextos de violencia armada", dijo por su parte la asesora del CICR para la temática de Mujer y Guerra, Anne Sylvie Linder.
En cuanto a la escasez de datos sobre víctimas masculinas, el CICR puntualizó que eso no implica que la violencia sexual contra ellos no exista, sino que "la invisibilidad del fenómeno es aún mayor".
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, celebrado el 19 de junio, el CICR lanzó la campaña "Más fuertes juntos" con el objetivo de que la ciudadanía "conozca mejor esta dura realidad y exprese sus mensajes de solidaridad y apoyo con las víctimas".