La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció este martes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que los sectores que se oponen al diálogo en su país tienen una agenda de violencia y anti-política.
Rodríguez aseveró que quienes se oponen a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), cuyas elecciones se realizarán el 31 de julio y sus resultados serán sometidos a un referendo, "no están reconociendo la diversidad política en Venezuela".
Enfatizó que Estados Unidos (EE.UU.) es el principal impulsor de la intervención en Venezuela porque busca adueñarse de sus inmensas reservas petroleras y de gas y acabar con su modelo de inclusión social.
La canciller indicó que sectores de derecha, locales y externos, pretenden inocular en Venezuela un conflicto interno para detener el modelo de inclusión de la Revolución Bolivariana, que en los últimos cuatros años ha construido más de un millón de viviendas para la población.
Señaló al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de llamar abiertamente a una guerra civil en Venezuela. Esto con el propósito de anular cualquier posibilidad de lograr la paz en el país suramericano, donde las protestas violentas de la oposición han dejado desde abril más de 70 muertos, más de mil heridos, cuantiosos daños a la propiedad pública y privada.
Por otro lado, la diplomática venezolana rechazó que el presidente Donald Trump retirara a EE.UU. del Acuerdo de París, pese a que la nación norteamericana es una de las mayores emisoras de gases efecto invernadero en el mundo.
"Muchos de los países de el Caribe sufren de la irresponsabilidad y modelo de EE.UU. que compromete la vida de nuestro planeta", aseguró.
La canciller enfatizó que su intervención de este martes ante la OEA sería la última debido al retiro de su país de esa organización. "Llegamos con los pueblos, con los pueblos nos vamos, a ellos debemos nuestros trabajos, a ellos debemos nuestros esfuerzos", expresó.
Resaltó que nunca más volverán a una organización que se utiliza para la sumisión de los países por parte del poder hegemónico de EE.UU.