Hace diez años fue la última vez que Ana María Orozco participó en una producción para la televisión colombiana. Fue en la serie Mujeres Asesinas, en la que se relataban historias que se desarrollaban en un solo episodio.
Más adelante participó en la adaptación latinoamericana de Amas de casa desesperadas, que se grabó en Argentina, pero desde Ecomoda, la serie que nació de Yo soy Betty, la fea, no participaba en una producción colombiana de largo aliento. Eso cambió el año pasado cuando Fernando Gaitán la llamó para que hiciera parte de No olvidarás mi nombre, la serie que surgió de su idea original y que RCN estrenó la semana pasada.
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¿Cómo ha sido ese regreso a la televisión colombiana?
“Maravilloso, feliz. Hace tiempo tenía ganas de volver al país, trabajar en Colombia. En un momento había hablado de ello con Rodrigo Triana, con quien habíamos tenido la oportunidad de hacer un corto de él en Buenos Aires (Argentina), y quedamos con muchas ganas de volver a trabajar juntos, pero en su momento no pude. Ahora todo se dio y tengo la oportunidad de hacer un personaje en una serie con una historia maravillosa. Creo que era el momento justo, en el proyecto justo”.
¿Qué le interesó de No olvidarás mi nombre?
“Es una historia importante para el momento que vive el país. Además, que lleve la firma de Fernando Gaitán sin duda influyó a la hora de tomar la decisión de aceptar este personaje y pasar una buena temporada en Colombia.
Es una historia que nos toca a todos como colombianos, de lo que es necesario hablar, pero desde otros lugares, una manera diferente de abordar este tipo de temas. Se habla desde otro lugar, lo que me pareció muy interesante, la premisa es que todos podemos ser víctimas y también victimarios”.
¿Difícil de contar ese tipo de historias?
“Como actores debemos abrirnos a todas las posibilidades, liberados de todo prejuicio para tratar de entender una a una cada parte del conflicto. Es un ejercicio que deberíamos hacer los colombianos, pero nos cuesta mucho, y eso hace más interesante la serie, que brinda la posibilidad de verlo desde diferentes perspectivas. Más allá de eso, lo lindo de la historia central de la serie es que se habla del camino de la reconciliación, en el que se encuentra la verdad y el perdón, lo cual me llamó mucho la atención”.
¿Cómo es Mónica Zapata, su personaje?
“Pasa por varias instancias. Primero vive en la burbuja en la que viven muchos colombianos que creen que el fenómeno de la violencia del país poco o nada tiene que ver con ellos, pero poco a poco se va dando cuenta qué tan involucrada está en todo esto, en el conflicto. Su toma de conciencia se da por medio del dolor, en un despertar a una realidad social muy dolorosa.
A la vez creo que es hermosa su forma de hacer conciencia de lo que ocurre en el país, de entender que esa realidad también tiene que ver con ella y la afecta”.