Ginebra, 27 jun (EFE).- Los casos sospechosos de cólera registrados en Yemen en la última semana bajaron ligeramente en comparación con la media semanal de los dos últimos meses, dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señaló que hay que tomar "con cautela" este dato.
La epidemia de cólera ha causado 1.400 decesos de los 218.000 casos registrados.
"Necesitamos algunas semanas más para estar seguros de que hay un retroceso real de la epidemia", sostuvo en una rueda de prensa el enviado de la OMS para la emergencia en Yemen, Ahmed Zouiten.
En los últimos siete días, los sanitarios trataron 39.000 enfermos, una "ligera disminución" en comparación con los 42.000 que recibieron atención la semana anterior, explicó.
Hoy se cumplen dos meses desde que el 27 de abril se declarara el inicio de la segunda ola de la epidemia de cólera en Yemen, un periodo en el que los servicios médicos han registrado de media 41.000 nuevos casos por semana.
"En la primera semana la tasa de mortalidad se mantuvo en 1,7 % mientras que ahora estamos en un 0,6 %, lo que significa que los centros de tratamiento de cólera y los puntos de rehidratación tratan a los enfermos de forma adecuada", señaló Zouiten.
"Nos tomamos este descenso con mucha precaución. Tenemos razones para creer que los casos empezaron a caer por los esfuerzos que realizaron la OMS, Unicef y sus socios sobre el terreno para prevenir el contagio, y debido al fin del mes de ayuno del ramadán".
El experto apuntó a que es posible que todos los infectados por el cólera no hayan acudido al hospital durante el mes sagrado de los musulmanes, al término del cual, es tradición que las familias festejen y viajen más.
"Estamos preocupados de que estos desplazamientos provoquen más contagios", dijo Zouiten, quien recordó que el cólera ha encontrado "las condiciones perfectas para expandirse" en Yemen, un país arrasado por un conflicto armado que dura ya dos años y al borde de la hambruna.
El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminada con la bacteria "vibrio cholerae", que en los casos más graves puede provocar la muerte en pocas horas si el enfermo no recibe tratamiento.