Cuando se interrumpe o se reduce gravemente el suministro de sangre en el cerebro ocurre un accidente cerebrovascular (ACV). De acuerdo con el doctor Héctor Orrego, neurólogo vascular y máster en sueño de Hospital de la Mujer, este tipo de lesión se instaura de segundos a minutos en un área de tejido cerebral, dañándose hasta el punto de llegar a la muerte de las neuronas cuando es por isquemia o destrucción de las mismas cuando es por hemorragia.
El de tipo isquémico, explica el profesional, ocupa más o menos el 80% de las causas de ACV o derrame cerebral, como coloquialmente se conoce. También es llamado infarto cerebral, y se debe a la oclusión de una arteria que se tapa y el área del cerebro que depende de esa arteria empieza a morirse.
El hemorrágico, por su parte, ocurre cuando se rompe una arteria y se vierte sangre en el interior de cerebro. Ese coágulo provoca destrucción y aumenta la presión dentro de la cabeza.
Señales
– Problemas para hablar y comprender. La persona puede tener confusión, así como arrastrar las palabras o tener dificultad para comprender el habla.
– Parálisis o entumecimiento de la cara, los brazos o las piernas. Se puede presentar entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, los brazos o las piernas, especialmente en un lado del cuerpo.
– Trata de levantar los brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo empieza a caer, es posible que se trate de un accidente cerebrovascular. Asimismo, un lado de la boca puede caerse al tratar de sonreír.
– Dificultades para ver con uno o ambos ojos. Puede ocurrir que de repente se tenga la visión borrosa o ennegrecida en uno o ambos ojos, o que se vea doble.
– Dolor de cabeza intenso y repentino. Este puede estar acompañado de vómitos, mareos o estado alterado de conciencia.
– Problemas para caminar. La persona puede tropezar o tener mareos repentinos, pérdida del equilibrio o pérdida de coordinación. Si observas alguno de estos síntomas no pierdas el tiempo y busca ayuda médica de inmediato.
Diagnóstico
Lo primero que el médico realiza es un examen neurológico para identificar los signos antes mencionados y graduar la severidad del evento cerebrovascular. Lo siguiente es hacer un diagnóstico por imágenes de la cabeza, para determinar si el paciente tiene el evento cerebrovascular y si es de tipo hemorrágico o isquémico.
Si en el estudio de imagen se observa una hemorragia, el tratamiento es de una forma y si observamos isquemia o infarto, es diferente. Los tipos de imágenes que se utilizan son la Tomografía Axial Computarizada, angiotac, la resonancia magnética con modalidades de difusión y perfusión y la angioresonancia magnética. El uso de uno u otro depende del momento en que ocurran y de lo que esté buscando el médico.