Ginebra, 11 jul (EFE).- La ONU estima que hay entre 30.000 y 50.000 personas que permanecen atrapadas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la ciudad de Al Raqa (Siria) y cuya situación se deteriora rápidamente por el escaso acceso que tienen a alimentos, agua, medicinas y electricidad.
"Es imperativo que se permita a los civiles atrapados salir por un pasaje seguro para que reciban protección y cobijo", pidió el portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Andrej Mahecic, en una rueda de prensa.
El representante enfatizó que el dato de personas atrapadas es aproximado en vista de que no hay acceso a ellas por la presencia del EI.
Antes del conflicto, la urbe de Al Raqa contaba con 220.000 habitantes.
En estas circunstancias, el organismo comunicó que ha completado una primera serie de convoyes humanitarios hasta Qamishli, en la provincia de Hassakeh (noreste de Siria), en una operación que ha durado dos semanas, y que representa una nueva vía de ayuda para quienes están en Al Raqa.
Este camino había permanecido cerrado por casi dos años debido al conflicto armado.
De la provincia de Al Raqa y dentro de ella se han desplazado desde inicios del pasado abril más de 190.000 personas.
La nueva ruta se utilizará de forma regular para los envíos de ayuda desde Damasco, Homs y Alepo, informe el ACNUR.
Mientras que en Irak el primer ministro, Haidar al Abadi, anunció el lunes la completa liberación de la ciudad septentrional de Mosul, tres años después de que la ocupara el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En un comunicado "histórico" retransmitido por los diferentes canales iraquíes, Al Abadi, quien llegó ayer, domingo, a Mosul, proclamó la victoria total en el que fue el principal feudo de los extremistas en Irak.