Al menos 300 trabajadores del sector metalúrgico se concentraron hoy en Sao Paulo para protestar contra la reforma laboral propuesta por el Gobierno y que está previsto que hoy sea sometida a votación en el pleno del Senado.
Los manifestantes cortaron parte de la carretera Anchieta, una de las vías de mayor circulación del país que conecta la capital paulista con su litoral, donde se encuentra el puerto de Santos, el mayor del gigante sudamericano.
La Policía de carreteras estimó que en la protesta hay al menos 300 personas, en su mayoría trabajadores de las montadoras de Volkswagen, Ford, Scania y Mercedes-Benz.
El Senado tiene previsto votar hoy en su pleno el proyecto de reforma de las leyes del trabajo, que pretende flexibilizar el mercado laboral, entre otras medidas fuertemente criticadas por los sindicatos y aplaudidas por las patronales.
En uno de sus puntos más controvertidos es la liberación de la negociación de los convenios colectivos, a los que se dará validez independientemente de lo que la ley determina.
El proyecto afecta también directamente a los sindicatos, a los que resta protagonismo en la negociación colectiva, y acaba con la "contribución sindical obligatoria", que impone a los trabajadores el descuento de un día al año para destinarlo a su gremio.
En la reforma también hay otros apartados referentes a la contraprestación y demanda de las horas extra, la regulación del trabajo desde casa y la posibilidad de negociar la jornada laboral y hasta la hora de almuerzo, así como de dividir hasta en tres veces las vacaciones.
Para su aprobación en la Cámara Alta son necesarios al menos 41 votos de los 81 senadores que componen el pleno, donde el presidente del país, Michel Temer, que afronta graves acusaciones de corrupción en su contra, conserva, por el momento, mayoría.
Si el texto es aprobado sin ningún tipo de alteración será sancionado por el jefe de Estado, pero de lo contrario volverá de nuevo a ser discutido por los diputados.