Para las personas de Nicaragua dedicadas a pesca y comercialización de los productos del mar, no hay días de descanso.
"Cuando se trata de los días feriados es cuando mas se trabaja", afirmó categóricamente María Obando, dirigente de una cooperativa de pescadores en la zona de Masachapa, en el municipio San Rafael del Sur, en Managua.
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"Aquí trabajan hombres y mujeres, y aquí comercializamos nuestros productos, tenemos un censo que trabajamos unas 100 personas diarias, 45 son plazas fijas; nosotros no tenemos días feriados, el mejor día son los feriados y en estos días es cuando el marisco más se vende", afirmó María Obando.
"Quien no trabaja no come", así fue de categórico Cris Narváez, comerciante que se dedica a la comercialización de una variedad de mariscos en Masachapa.
"Aquí no hay descanso, todos somos autónomos, no tenemos patrón, aquí quien no trabaja no come, nosotros comercializamos pargo rojo, macarela, jureles y otras especies marinas", afirmó Narváez.
Peligro en alta mar
El trabajo de pescador no es tan fácil, siempre hay riesgo, más cuando se registran tormentas y fuertes vientos que hasta pueden provocar naufragios.
Alex Prado, poblador de Masachapa, afirma que hace muchos años se dedicó a la pesca en alta mar, pero que recapacitó por el peligro que representa realizar esa faena.
"Es una experiencia que no a todos nos gusta, ahí uno se decide entre la vida y la muerte, porque salís a muchas millas náuticas que solo vas a ver agua y cielo. Yo prefiero ser otra cosa y no pescador, y a veces no sacas nada de productos", manifestó Alex Prado, quien una vez colaboró con su familia en la pesca.
Prado ahora se dedica a la fumigación para eliminar los mosquitos, y es que afirma que ya tiene muchos años de trabajar para el Ministerio de Salud, (MINSA).