Disney tiene casi un siglo exportando la cultura estadounidense alrededor del mundo, pero la compañía quedó perpleja al encontrarse con lo popular que se hizo en China la pata pavo.
El gigante estudio abrió su parque de atracciones de 5.500 millones de dólares en Shanghái en junio de 2016, esperando que los visitantes compren la col china bok choy o bollos de cerdo y frijoles.
"Si vas a Disneylandia o Disneyworld, vendemos gigantescas patas de pavo, son como del tamaño de mi brazo", dijo este miércoles Bob Iger, presidente de Walt Disney Company, en alusión a los parques de la compañía en California y Florida.
"Y cuando escuché que las estábamos poniendo en el menú en Shanghái pensé que era una locura, ¿por qué vender patas de pavo en China?", siguió.
Rápidamente vio que estaba equivocado. Bañadas en una salsa hoisin -receta especial de Disney-, miles de patas comenzaron a ser vendidas todos los días.
"Fuimos hace algunas semanas por el aniversario y vendimos 4.500 en un día", contó en un encuentro con corresponsales internacionales en su estudio de Burbank, California.
La demanda por el refrigerio rápidamente creció a 4.000 unidades en un día, solo en Shanghái, más que lo que el proveedor polaco de Disney puede manejar, por lo que el estudio busca nuevos vendedores en Sudamérica para aumentar la oferta.
Disneylandia Shanghái –el sexto parque temático de Disney y tercero en Asia– sumó cerca de un millón de visitantes en su primer mes de operaciones.
La compañía ha desmentido los rumores que por años sostuvieron que las patas que vendan en realidad son de emú y no de pavo. Alegan que lucen mayores a las patas habituales porque son de macho y no de hembra, que es la que en general se cocina en el día festivo estadounidense de acción de gracias.