La cantante Britney Spears ha dejado bien claro a lo largo de los últimos doce meses que sigue siendo una de las artistas más cotizadas del universo pop, más allá de los escándalos y problemas personales que dañaron su imagen pública en la década pasada y de la progresiva caída de ventas que ha venido sufriendo con cada uno de sus últimos trabajos discográficos.
Tanto es así, que la responsable de temas como 'Slumber Party' -su sencillo más reciente, lanzado el pasado mes de noviembre- no ha dejado de acumular éxitos este año que, si bien no se han visto ligados a la recepción entre el público de sus nuevas canciones, van directamente asociados a la espectacularidad de sus actuaciones en directo: su reciente gira por Asia y su residencia de conciertos en Las Vegas son prueba de ello.
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Es precisamente ese 'punto fuerte' que se extrae del perfil artístico de la princesa del pop -sin olvidar su todavía elevada popularidad y el papel que juega en la historia de la cultura popular estadounidense-, el que querrían aprovechar ahora los responsables de la próxima Super Bowl, que el año que viene se celebrará en Minneapolis (Minnesota), para asegurarse de que el tradicional intermedio musical cuenta con altos niveles de audiencia.
De hecho, como publica ahora el periódico The New York Post, los ejecutivos de la Liga Nacional de Fútbol (NFL, por sus siglas en inglés) se habrían puesto ya en contacto con el equipo de la intérprete para tantear la posibilidad de que sea ella la encargada de tomar el relevo de Lady Gaga -la protagonista del espectáculo del pasado febrero-, unas conversaciones de los que ambas partes habrían salido con sensaciones muy positivas.
"Britney ha puesto de manifiesto en varias ocasiones, y así se lo ha hecho saber de nuevo a sus colaboradores, que para ella sería todo un sueño volver a actuar en la Super Bowl. Tiene un catálogo de éxitos lo suficientemente amplio como para garantizar un número musical inolvidable, y sobre todo el carisma necesario para volver a dominar un escenario así", asegura una fuente al citado medio.Al informante que se ha encargado de filtrar la noticia sobre las "conversaciones secretas" en las que se habrían embarcado los representantes de la artista se le ha olvidado añadir que, además de todos estos atributos, la estadounidense también dispone de una más que valiosa experiencia en estas lides.
Resultaría imposible y, sobre todo injusto, olvidar que en el año 2001 una todavía angelical Britney se encargaba de demostrar con creces por qué era la estrella más brillante del firmamento pop al aparecer sobre el escenario del llamado 'Halftime Show' junto a otros pesos pesados como Aerosmith y Mary J. Blige. En esa inolvidable aventura -celebrada en la ciudad de Tampa (Florida)-, la vocalista también se vio acompañada por el quinteto juvenil más famoso de aquellos tiempos, NSYNC, del que formaba parte su entonces novio, el ahora archiconocido Justin Timberlake.
Curiosamente, la propia Britney fue preguntada hace unos meses en Twitter sobre la opinión que le merecería una hipotética oferta con la que ver ligado nuevamente su nombre al evento deportivo más importante de Estados Unidos, el único que suele congregar a más de 100 millones de espectadores frente a sus televisores. Su respuesta fue escueta y cautelosa a la par que significativa: "Sí, seguramente volvería a hacer algo así", contestaba la intérprete con rotundidad ante los internautas, dejando así la puerta abierta a futuras conjeturas sobre lo que deparará la edición de 2018.
