La clave para los dos jugadores era poder lidiar con el saque de su oponente. Marin Cilic lo hizo mejor.
El croata avanzó el viernes a su segunda final de un Grand Slam al derrotar por 6-7 (6), 6-4, 7-6 (3), 7-5 al estadounidense Sam Querrey en las semifinales de Wimbledon. El domingo enfrentará por el título al ganador del otro partido entre Roger Federer y Tomas Berdych.
Cilic y Querrey, ambos de dos metros de estatura, se alternaron para dominar tramos del partido con sus potentes servicios. Ninguno siquiera tuvo un punto de quiebre en el primer set.
“Sam estaba sacando con todo, con tremenda potencia”, dijo Cilic.
Querrey tomó la delantera después de un pequeño retraso en el desempate, cuando los comisarios tuvieron que atender a una mujer que necesitaba ayuda en las gradas. La interrupción duró apenas un par de minutos, pero el estadounidense ganó los dos puntos jugados cuando se reanudó el encuentro.
Cilic finalmente consiguió su primer quiebre en el segundo set, y luego logró otro en el tercero. Querrey le devolvió el favor en esa manga, que se decidió en otro desempate.
“Después de ese primer (desempate), empecé a devolver un poco mejor”, dijo Cilic. “Lo hice esforzarse más en su saque”.
El croata, campeón del US Open en 2014, logró 25 aces y ganó el 88% de los puntos en su primer saque. También acumuló 70 winners y cometió apenas 21 errores no forzados. Querrey, el primer varón estadounidense que alcanza las semifinales de un major desde Andy Roddick en 2009, tuvo 46 winners y 26 errores no forzados, además de 13 aces.
“Siento que impuso su voluntad”, comentó Querrey.