El día de la Fiesta Nacional el terror conmocionó a Francia cuando miles de personas en Niza disfrutaban de la celebración sin saber que un atentado terrorista, firmado por Daesh, se apoderaría de las vidas de más de 80 personas.
El 14 de julio del pasado año, los ciudadanos habitantes de Niza celebran la Fiesta Nacional Francesa, cuando un camión atropelló a una multitud que se encontraba en el Paseo de los Ingleses. En el ataque murieron 86 personas y más de 430 resultaron heridas.
Violento incendio forestal en la frontera franco-española
El atentado fue cometido por Mohamed Lahouaiej Bouh, quien a las 22H45 hora local irrumpió conduciendo el camión frigorífico de 19 toneladas, en el Paseo de los Ingleses y recorrió cerca de dos kilómetros, entre los edificios 11 y 147, atropellando a numerosas personas.
Según la alcaldía de la ciudad, en el momento del atentado en este malecón se encontraban cerca de 30.000 personas, el vehículo corría a velocidad de unos 50 kilómetros por hora zigzagueando para atropellar el mayor número posible de personas.
Estado islámico se atribuyó autoría del ataque terrorista
Un día después del atentado en la ciudad turística, el Estado Islámico (Daesh en árabe) asumió la autoría a través de un comunicado difundido por la agencia AMAQ, próxima al grupo terrorista. En el texto señalan que el autor de la masacre "es un soldado del Daesh".
En aquel momento el presidente de Francia, François Hollande, declaró luto nacional de tres días para honrar el recuerdo de los muertos en ese bárbaro atentado y declaró por tres meses el estado de excepción en la nación gala.
El trágico ataque era el tercero que sufría Francia en menos de dos años.
Francia se convirtió en el objetivo número uno del Daesh y el terrorismo en el flagelo principal a combatir para el Gobierno de Francia. Al menos 77 mil policías y 10 mil militares fueron desplegados por todo el país, sobre todo porque en esa etapa se esperaba la celebración de la Eurocopa 2016, evento de envergadura continental que se vislumbraba como una tentación para la barbarie de grupo terrorista más rico del mundo.
La inolvidable tragedia
Ivan es camarero de un restaurante que queda justo frente donde se estacionó el camión, aquella noche de julio, aún siente "una punzada de pena" cuando recuerda el ataque terrorista de hace un año atrás. "Hay que continuar la vida normal, es lo que hacen todas las personas de la ciudad", dijo a la agencia de prensa EFE.
Joseph Latella, taxista y que se econtraba de servicio esa noche, se cuestiona cómo es posible que las fuerzas del orden dejasen pasar al vehículo aquella noche. "Aquel día tenía que recoger a unos clientes al lado del Paseo, y cuando vi a toda la gente salir corriendo pensé que se trataba de una gran pelea callejera", recordó.
Eric, un vecino de la zona comenta a la prensa que tiene la impresión de que en estos momentos han viajado pocos extranjeros a la ciudad francesa. “Hay que tener en cuenta que el periodo turístico comienza a mediados de julio, hasta agosto", apuntó y a la vez agregó que "muchas personas están todavía traumatizadas por lo que ha pasado, hay quien no se atreve a ir a manifestaciones públicas y la gente es más desconfiada que antes".
En el lugar de los hechos, las autoridades de la ciudad recientemente ubicaron unas cadenas de metal grueso y pesado, para evitar que se repita una masacre como la del 14 de julio de 2016.
A un año después una solemne ceremonia sirve para rendir tributo a las víctimas inocentes de aquella noche. El evento también incluye actos de homenaje por parte de las autoridades locales y nacionales, un desfile militar y una serie de conciertos, en el Paseo de los Ingleses.