Hay muchas conductas en la convivencia que pueden no gustar al uno o al otro en una pareja, y más a la hora de dormir, pues las diferentes rutinas del compañero, podrían afectar al otro. Según un nuevo estudio, el problema aumenta cuando existen trastornos de sueño.
Una nueva investigación afirma que los compañeros de las personas que tienen insomnio pueden participar en comportamientos que, sin querer, entran en una especie de conflicto con las recomendaciones de tratamiento que pudo haber transmitido un médico.
Los investigadores descubrieron que el 74% de los compañeros fomentó una hora de acostarse temprano o una hora de despertar tardía, lo cual entra en conflicto directo con los principios de la terapia “cognitivo conductual” para el insomnio (CBTI), según señala Psychcentral en un artículo reciente.
El 42% también alentó a hacer otras cosas en la cama, como leer o ver la televisión, y el 35% motivó las siestas, la cafeína o actividades diurnas reducidas.
“Es posible que los compañeros involuntariamente perpetúen los síntomas de insomnio en el paciente”, asegura Alix Mellor, coordinador del proyecto REST, que investiga tratamientos efectivos para dormir mejor, ??en la Escuela de Ciencias Psicológicas en la Universidad de Monash en Victoria, Australia.
Expertos estudiaron a 31 parejas de individuos que buscaban tratamiento para el insomnio. Ellos completaron varios cuestionarios al inicio de la investigación: la escala de alojamiento familiar, entre otros incluyendo el índice de severidad del insomnio y, además, mantuvieron un diario del sueño durante una semana antes de comenzar el tratamiento.
Los resultados también muestran que las parejas hicieron algunas adaptaciones que afectaron su propio funcionamiento, incluyendo su sueño y su vida fuera del trabajo.
Investigadores creen que este comportamiento puede explicar por qué los miembros de la pareja que intentaron ser útiles experimentaron más ansiedad, a pesar de que los pacientes con insomnio percibieron que la relación era más satisfactoria.
“Nuestros resultados preliminares sugieren que aunque algunos de estos comportamientos hacen que el paciente se sienta apoyado, su pareja puede estar experimentando más ansiedad”, dijo Mellor.
El equipo de investigación fue dirigido por Mellor y el investigador jefe Sean P. A. Drummond, Ph.D., profesor de neurociencia clínica en el Instituto Monash de Neurociencias Cognitivas y Clínicas.
¿Crees que esto es posible?