"Maldito Uber por proveerme anoche el viaje hacia mi casa más inseguro y peligroso. Este conductor llevaba una prostituta en el asiento delantero". Ese fue el devastador post que publicó en su cuenta de Twitter Manuel Martino, el joven de Chicago que quedó sin palabras cuando percibió que su viaje en esa compañía no sería de los más ortodoxo.
El hecho ocurrió el 17 de julio alrededor de las 2:43 a. m. Martino solicitó un vehículo. Quería volver a casa. Cuando su pedido llegó, vio que una mujer estaba sentada justo al lado del conductor del vehículo, pero él no había pedido el servicio pool, por el cual se comparte el automóvil solicitado. "Era tarde, y yo estaba como 'bueno, lo tomaré'. Creí que era una familiar o algo por el estilo", dijo Martino.
Sin embargo, cuando comenzó el recorrido se dio cuenta de que algo no andaba del todo bien. Según relató a Esquire, la mujer estaba visiblemente intoxicada. "Supongo que él asumió que a esa hora de la noche yo también estaría intoxicado como para notar lo que ocurría", explicó.
Pero lentamente, lo que comenzó con varios besos prosiguió –según Martino– con algo más sexual. Y así lo dejó registrado en video. "En ese momento, ella comenzó a aflojarle los pantalones y yo estaba como 'de acuerdo, sé adonde está yendo esto'". En la grabación -hecha en su cuenta de Snapchat– puede verse lo que el joven aseguró que era sexo oral.
La aplicación de Martino muestra lo poco que duró su trayecto: desde las 2:43 hasta las 2:51, momento en que pidió al chofer que detuviera el automóvil así podría bajarse. Minutos después se comunicó con Uber para reportar el incidente. Le ofrecieron 10 dólares de disculpas. Pero quería una respuesta más contundente. Esperó cuatro días y publicó su video en el perfil de Twitter y Facebook. Una vez público el escándalo, la compañía decidió echar al hombre de su staff.