Aclamado por cientos de espectadores, muchos vestidos con jerseys de Puerto Rico, Iván Rodríguez quedó entronizado el domingo como nuevo miembro del Salón de la Fama.
“Es un honor increíble para mí”, dijo Rodríguez. “Un chico bajito de Puerto Rico, con un gran sueño. Nunca permitan que les quiten sus sueños”.
Durante un discurso en el que intercaló comentarios en español e inglés, Rodríguez no dejó de instar a que los jóvenes persigan sus ambiciones.
“Tienen el derecho a soñar”, recalcó. “Todo en la vida es posible, lo digo por experiencia”.
El cátcher de Manatí, quien tiene actualmente 45 años, ostenta los récords de más juegos de las mayores en su posición (2.427) y más outs por parte de un receptor (12.376). Bateó 311 jonrones y ostentó un promedio de .296 en su carrera.
Asimismo, es apenas el segundo cátcher consagrado en Cooperstown en la primera ocasión en que su nombre apareció en las papeletas de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA). Obtuvo el 76% de los votos.
Así, se unió el ídolo de su niñez, Johnny Bench, el exastro de los Rojos de Cincinnati.
Rodríguez es el cuarto boricua en el recinto de los inmortales, uniéndose a Roberto Clemente, Orlando Cepeda y Roberto Alomar.
En 21 temporadas, principalmente con los Rangers de Texas, Rodríguez fue elegido 14 veces al juego de Estrellas. Ganó 13 veces el Guante de Oro, otro récord, y se apoderó en siete ocasiones del Bate de Plata.
“Pudge” Rodríguez cerró su alocución pidiendo a los niños: “Respeten el juego, amen el juego. A veces, los sueños se vuelven realidad. Mírenme. Aquí estoy en este escenario, en este lugar especial, y mi sueño se ha convertido en realidad. Dios bendiga el béisbol”.
Durante la ceremonia del domingo, ingresaron también al Salón de la Fama como nuevos miembros los expeloteros Tim Raines y Jeff Bagwell, así como el excomisionado Bud Selig y el ejecutivo retirado John Schuerholtz.